¨Es peor que un crimen, es un error.¨Antoine Boulay (atribuido a Fouché o a Talleyrand).
Comentario sobre el secuestro y fusilamiento del duque de Enghien (1804).
En el 2007 Macri logró trascender su electorado cautivo. El Isidoro Cañones de SOCMA fue plebiscitado luego de una muy buena campaña en la que prometió gestión y buena onda, resaltando su experiencia en Boca. La pieza maestra de su conglomerado de gestores sonrientes y operadores peronistas fue Gabriela Michetti, personaje con un espesor un poco mayor a la media macrista.
A diferencia de su jefe, Michetti tenía lazos profundos con la iglesia y sus ideas sociales correspondían a las del cardenal Bergoglio y el Santo Oficio (aunque sin duda se hubiera opuesto a que el gobierno de la CABA lapide esposas adúlteras o rostice judíos). Esa pasión católica podía ser un fuerte límite a la gestión sin crispación (como saltó a la luz más tarde con el debate sobre el matrimonio gay), pero Gabriela tenía una gran ventaja: ampliaba el electorado macrista por fuera de los anoréxicos límites de las anteriores experiencias de la derecha local (los sellos de goma de Lopez Murphy, Cavallo o Beliz, por ejemplo).
Pero desde hace un tiempo el sector de Michetti y sus simpáticos amigos pierde terreno frente al conglomerado de operadores más fogoneados y menos sonrientes. No es difícil entender las razones. Los amigos de Gabriela son al macrismo, lo que los progresistas químicamente puros al kirchnerismo: sufren de una incurable tendencia a protestar y quejarse ante el menor contratiempo. Mientras que Horacito Rodriguez Larreta defiende aún (y sobre todo) lo indefendible, Michetti prefiere suspirar desde lejos. Es tan comprensible haberla llamado durante la campaña como haberla apartado durante la gestión.
Lo que es más difícil de entender es el nuevo componente de fascismo explícito que se agrega al patchwork macrista. Un energúmeno extremista como Posse no aportaba nada al gobierno y su elección como efímero ministro de Cultura fue a pura pérdida. Un fascista iletrado como el diputado Olmedo aporta algo más (contactos provinciales, recursos, camperas amarillas...) aunque no cuesta imaginar que será pura pérdida ya que tanto Macri como Horacito, el hombre cuya extraña sonrisa podría curarle el hipo a Bela Lugosi, deberán invertir un valioso tiempo justificando las imbecilidades recurrentes del hombre de la cola cerrada. Miguel del Sel, con sus declaraciones sobre el horror del piercing o los tatuajes, además de la ignorancia supina de sus propuestas, tendrá un destino similar.
Es peor que un crimen...
¿No hay otra palabra para describir a Macri que no sea fascismo? Porque fascista NO ES, ni siquiera ideológicamente (si es que Macri puede articular una ideología).
ResponderEliminarEl fascismo, por lo menos como se dio històricamente en los paises que sì se reconocieron asì, no tiene nada que ver con las ideas de Macri.
Barrullo
ResponderEliminarNo escribí que Macri fuera fascista. No creo que lo sea, así como no creo que sea un católico ultramontano por más que haya elegido a Michetti como vice.
Personajes como Posse u Olmedo sí lo son, aunque no por querer invadir Polonia o incentivar la moda de la estrella amarilla entre la población no furiosamente aria.
Lo son dentro de una identidad fascista más amplia, que implica estigmatizar a las minorías como parte de todo mal (la juventud, el rock, los homosexuales, los extranjeros) y sospechar de cualquier desviación a la ¨normalidad¨ que ellos fijan.
Entiendo lo que Michetti le aportó, no comprendo lo que Olmedo puede agregarle.
Por último, en política creo que es menos importante lo que cada candidato es frente a lo que cada candidato opina o hace.
Barullo: si partimos de que el fascismo se ha dado históricamente en paises industrializados SIN COLONIAS (v.g.Alemania, Japón Italia) que buscaban ampliar sus mercados mediante ocupación de otros países, claramente Macri no lleva adelante políticas fascistas.
ResponderEliminarLo que quedaría por ver si es que lleva adelante política de algún tipo.
Hola Rinconete
ResponderEliminarNo sé realmente qué calificativo le calza mejor al niño Mauricio: no puede decirse de él que es un "empresario exitoso", porque el imperio lo edificó su papá; manejo político: nada en absoluto. Ideológicamente, es un hombre de negocios, que solamente busca maximizar ganancias y reducir costos (p/ej. gasto social, salud, educación). Sinceramente, no creo que su "ideología" vaya más allá de lo que mamó desde la cuna: el Estado está para sacarle plata como contratista, y los únicos ciudadanos (los "vecinos") son los propietarios. Del resto deben encargarse la UCEP y la Metropolitana.
Por supuesto, me dirás con toda razón que esto es absolutamente ideológico, lo que quiero significar es que en él es solamente práctica de su vida y la del círculo del que salió.
Saludos
Rinconete:
ResponderEliminarEl fascismo es un concepto político mucho más amplio que lo que estás poniendo. Eso que ejemplificás es intolerancia, simple y llanamente.
Llamar a eso fascismo es vaciar a la palabra de todo contenido político.
Lo mínimo que hay que decir del fascismo como idea política es la absoluta importancia del Estado y el antiindividualismo. Y el Estado concebido como la expresión de la conciencia y la voluntad del pueblo.
Dice Mussolini: (extractos)
La concepción fascista del Estado lo abarca todo; fuera de él no pueden existir, y menos aún servir, valores humanos y espirituales. Entendido de esta manera, el fascismo es totalitarismo, y el Estado fascista, como síntesis y unidad que incluye todos los valores, interpreta, desarrolla y otorga poder adicional a la vida entera de un pueblo. No hay individuos ni grupos (partidos políticos, asociaciones culturales, coaliciones económicas, clases sociales) fuera del Estado.
El fascismo se opone al sindicalismo como arma de clase. Pero cuando se crea dentro de la órbita del Estado, el fascismo reconoce las necesidades reales que hacen surgir el socialismo y el sindicalismo, otorgándoles el peso debido en el gremio o sistema corporativo en el que se coordinan y armonizan intereses divergentes en la unidad del Estado.
El fascismo se opone a la forma de democracia que equipara una nación con la mayoría, rebajándola al nivel del número mayor; pero es la forma más pura de democracia si la nación se considera –como debe hacerse- desde el punto de vista de la calidad y no la cantidad, como una idea, la más poderosa por ser la más ética, la más coherente, la más verdadera, expresándose en un pueblo como la conciencia y la voluntad de unos pocos, cuando no, en efecto, de uno solo.
Más de uno por ahí es mucho más fascista que Macri.
Sujeto:
ResponderEliminarHasta Juan Román "me duele acá" Riquelme lo bardea a Macri: declaró que, de no haber sido por Bianchi, ni siquiera hubiera sido un dirigente deportivo exitoso :-)
Creo que la ideología, por llamarla de alguna manera, de Macri es la de un conservador anti Estado. No es un energúmeno del Escapulario ni tampoco un neoliberal fanatizado.
ResponderEliminarEs un político bastante limitado que se sentiría cómodo con un Estado no mínimo pero que se limite a proteger a los empresarios de las inclemencias del mercado y de los reclamos sindicales. No entiende la diferencia entre crimen y crimen contra la humanidad y por eso la discusión sobre terrorismo de Estado lo supera, sin que por ello sea una Pando masculina. No reivindica a Videla (más allá de que el Proceso fue funcional a la empresa familiar) y se conformaría con prisión efectiva para los trapitos y vendedores de chipá.
Como tantos otras estrellas del conservadorismo local, sueña con una República Tío Tom, en donde quién menos tenga agradezca con ojito húmedo lo que los poderosos decidan proveerle.
Pero pese a sus profundas limitaciones, es el responsable de la más exitosa iniciativa política de la derecha argentina desde que ya no golpea la puerta de los cuarteles ni coopta partidos populares.
Eso habla tanto de él como de la mediocridad de la derecha. Mediocridad que según el amigo elbosnio no durará cien años.
La fiesta actual, hecha de Macris, Olmedos, Giudicis, Pandos y Redrados que logran que Duhalde pase por un estadista debería terminar y dejar lugar a tipos más sofisticados y sin duda más peligrosos.
Barrullo
ResponderEliminarTanto Posse como Olmedo son partidarios de un Estado fuerte. No son liberales, no piensan en un Estado mínimo que se ocupara de los semáforos y que dejara a la iniciativa individual el manejo de las vidas de cada quién sino que consideran legítimo que a los jóvenes sin recursos se los discipline con un servicio militar, están de acuerdo en que el Estado se interponga entre dos adultos que quieren casarse si no cumplen con el requisito de ser de sexos opuestos.
Y consideran legítimo y necesario que desde el Estado se combata las ¨desviaciones¨ privadas para combatir la terrible ¨decadencia nacional¨.
Es algo que me parece que va más allá de la simple intolerancia. Tiene un marco político, con referencias más o menos explícitas, más amplio que decir que no te gustan los rockeros o que los supermercadistas chinos apagan las heladeras a la noche.
Pero sin duda tenés razón al señalar que clasificarlos como fascistas no responde a la definición exacta de del término.
Rinconete: totalmente de acuerdo con tus dos últimos comentarios.
ResponderEliminarExcelente!
ResponderEliminarSinceramente, estoy desilucionado con Duranbarba
ResponderEliminarEsperaba algo mas de el
Si se hubiesen movido mas inteligentemente, podrian haber vaciado de bastante mas cuadros al radicalismo
Barullo, impecable la intervencion. Hay que impedir que por costumbre malusemos los terminos o solo como descalificadores.
ResponderEliminarPero te falto en la definicion de fascismo, su cara de control de la conducta individual. Su imaginario de un hombre mejor, mas alla de su cara profundamente estatista. En esa cara del hombre mejor, que no deja cabida al otro, creo que muchas de las conductas del elenco no estable con que busca reforzar sus limitaciones Macri, se le parecen mucho.
En muchas otras tambien, como el lider por carisma, y otros etc... pero al ser comun con el peronismo las omitimos.
Pero en lo esencial estoy de acuerdo. No caigamos en adjetivos "colectivos" donde ensanchando la definicion la usamos para cualquier caso. Espero recordarlo la proxima vez que le grite facho a un tipo.
Felipe
ResponderEliminarCreo que Durán Barba hace un trabajo ejemplar. Mantiene el nivel de imagen de Macri muy por encima del nivel de su propio gobierno.
Es cierto que ese paradigma de ¨yo no fui, no me dejan, no puedo¨ tiene un techo muy bajo y difícilmente logre llevarlo a la Rosada, pero si dependiera de la cruda realidad de su gobierno su imagen debería estar peleándole el espacio a la Mentalista o a Zamora y no coqueteando con ser el candidato de la derecha.
A diferencia de todos sus compañeros del grupo A, liofilizados electoralmente pese a estar liberados del fastidio de gobernar, el Jefe de Gobierno Macri no decae como sería esperable que decaiga luego de casi 4 años de explicar que no pudo.
Creo que Durán es del único que hoy no debería desprenderse.
Felipe, coincido. Cuando gano Macri yo pense que entrabamos en una etapa tipo "partido republicano" de infalibilidad electoral, una maquina de juntar grupos que no tienen nada que ver y cuyo reclamo al estado es infimo -asfalto, cartoneros-.
ResponderEliminarY como vos, creo que Duran Barba recibe, el tambien, un cheque de Anibal.
Contradiciendo a elBosnio, coincido con Rinconete, Duran hace un trabajo impecable.
ResponderEliminarEl que esta a sueldo es Rodriguez Larreta. Si es que el es el responsable de las acciones de gobierno. (Me niego a hacer responsable de nada a Macri, entre otras cosas porque me convence cuando dice "yo no pude").
En defensa del argumento de Rinconete, denostado por elbosnio y defendido por elbosnio, podemos analizar el caso de la Metropolitana.
ResponderEliminarDurán aconsejó no implementarla. Pedir el ilusorio traspaso de los fondos desde el gobierno federal que por supuesto nunca llegaría (sería difícil de explicar porque Formosa y Jujuy financiarían la policía municipal del distrito más rico del país, aún para los estándares laxos de la Argentina), quejarse de que no llegue y denunciar la falta de eficacia de la Federal para frenar la inseguridad explosiva.
Al contrario, Horacito insistió en lanzar la Metropolitana para demostrar que el PRO cumple con sus promesas (¿que le hubiera hecho una mancha más al tigre...?), haciéndose cargo del problema de la inseguridad en lugar de verlo por TV.
La elección de Palacios es un tema aparte, bastante más grave.
Segunda confesion
ResponderEliminarle tengo al PRO un cariño que no le tengo a ningun otro partido opositor, cuando retornen a su destino de nada absoluta, l'os voy a extrañar
Ojo, yo también.
ResponderEliminarLos sellos de goma habituales, Recrear, Acción por la República, No se cuanto Federal (el nuevo sello de LP), Nueva Dirigencia, Unión por Todos...etc, me fastidian infinitamente más.
El PRO intenta sumar, ampliar su base, hacer política.
Duranbarba es un capo! Logra sostener la imagen de Mauricio a pesar del propio Mauricio. Para ganar una elección eso anda fenómeno, pero para gobernar (y ni siquiera para gestionar) no alcanza. Miren como le fue a De la R y al grupo Sushi por depender de la letra que les pasaba Ramiro Agulla. El publicista iba a las reuniones de gabinete a explicarles a los ministros lo que tenian que decir. Hacer política para el PRO es eso: hacer spots publicitarios. Su mayor logro ha sido que los porteños empecemos a odiar el color amarillo.
ResponderEliminarDurán es un buen asesor en imagen, como Agulla. El drama de De la Rúa, como el de Macri, es que se olvidaron de contratar un asesor en política.
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