A la mañana, mientras terminaba su porridge, el primer ministro británico imaginó una nueva manera de continuar con su
plan de recorte de gastos. Llamó a su embajador en Buenos Aires, le pidió que le entregara las Malvinas a los argentinos e inmediatamente eliminó los gastos de representación, sueldos y otras erogaciones del
Governor of the Falkland Islands de la planilla excel ¨Egresos¨. Con una sonrisa de satisfacción, terminó su desayuno.
Timerman anunció a la presidenta la buena nueva y Cristina llamó a una conferencia de prensa, algo inusual en un gobierno que restringe la libertad de prensa y no valora el diálogo.
La primera reacción llegó de la CC. La Mentalista de Gorlero asimiló la entrega de las islas a la capitulación de las democracias europeas frente a Hitler en el
Pacto de Munich. Sostuvo que ella ya lo había anunciado y que esto era parte del plan de los Kirchner para adueñarse del universo y reducir a la esclavitud a todos sus habitantes para hacerlos trabajar gratis en sus hoteles del Calafate. Distribuyó entre los presentes el facsímil de la carta que le acababa de escribir a la embajada del Reino Unido pidiendo reconsiderar la terrible decisión.
Pino sostuvo que es un escándalo ya que todos conocen las relaciones espúreas entre el gobierno y las petroleras.
"Esto forma parte de un plan para transformar las islas en una gran plataforma petrolera a cielo abierto y favorecer el bipartidismo, perjudicando a Proyecto Sur", argumentó. Miguel Bonasso agregó que un verdadero líder popular, como Hugo Chávez o Evo, jamás aceptaría la limosna del imperialismo y también mencionó a la Barrick Gold.
Cobos dijo no estar al tanto de la noticia pero llamó a olvidar viejos desencuentros y mirar hacia adelante en un clima de tolerancia y respeto mutuo.
Los radicales propusieron organizar internas no vinculantes para definir una postura común que diera un mensaje contundente en defensa de las instituciones de la república, pero como la propuesta fue rechazada por un sector del partido el tema quedó un poco en veremos.
De cualquier manera, el doctor Gil Lapiedra sostuvo frente a las cámaras de TN que se trata de una crisis institucional sin precedentes ya que la presidenta habría aceptado el ofrecimiento sin haber informado previamente al parlamento, tal como lo estipula el artículo 20, letra b), inciso i) del Reglamento de Sesiones Ordinarias (Cristina habría efectivamente afirmado en su discurso
"Hemos aceptado el ofrecimiento del Primer Ministro..."). En Clarín el jurista Roberto Gargarella escribió que esta, o cualquier otra iniciativa de la presidenta, justificaría un juicio político.
Vilma Ripoll desde una mesita de
La Brioche Dorée de la Rural llamó a
no caer en la trampa de este gobierno que dice ser de izquierda pero privilegia a los capitalistas. Propuso defender los derechos del pueblo, incluyendo
"el pueblo kelper".La diputada y jefa del GEN, Margarita Stolbizer, juzgó que esto era
"una trampa" por lo que reclamó una
"Unión Democrática" entre los partidos para resolver la situación y así
"no quedar entrampados". Manifestó que la incorporación de los isleños modificaba el padrón nacional e imposibilita la realización de las primarias obligatorias.
Horacito Rodriguez Larreta lamentó la noticia y predijo que el actual archipiélago británico se hundiría bajo el clientelismo, la prebenda y la crispación.
Binner volvió a cuestionar la candidatura de Giustiniani a gobernador pero no opinó sobre la noticia.
El Peronismo Federal prometió reunirse antes de octubre para consensuar una postura común aunque Solá ya adelantó que no participaría, ni tampoco Das Neves. Por su lado, el silencio de Reutemann generó una gran expectativa.
Bergoglio llamó a rechazar con pasión cristiana la incorporación forzada de miles de protestantes, calvinistas y otros
"desgraciados" que perturbarían el
"equilibrio religioso de la Patria".
Lanata declaró estar harto de las Malvinas, Tenembaum criticó las intenciones no del todo claras del gobierno y Caparrós, si bien sostuvo estar de acuerdo con el fondo de la cuestión, lamentó la manera en que el kirchnerismo
ensucia todo lo que toca.