Grupo de autoayuda para quienes padecen ciertas molestias ante
comentarios Anti-K, o incluso descubren alguna tolerancia al peronismo.

Así fue la Gran Cena de la MAK Merthiolate & Gasa



Preocupado por la victoria de la revolución de la alegría y el suicidio masivo de los partidarios de la confrontación, la falta de diálogo y el miedo al censista, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, dio curso a la Secretaría de Guateques, Cuchufletas y Cachondeos (la ya legendaria SeGuCuCach, por sus siglas en inglés) liderada por Nagus el Magnífico para que organizara una Gran Cena de la MAK Merthiolate & Gasa el miércoles 25 de noviembre, en honor a San Dubricio, obispo cuya vida ejemplar lo iluminó en la suya.

Ante la nueva ausencia de María Amelia, la escribana de la MAK, no pudimos establecer fehacientemente el número de fin de ciclo, lo que nos permitió argumentar que todavía no llegó (nuestra novedosa condición de opositores nos conecta con cierta esencia radical y formalista). Luego leímos el Orden del Día que estableció la imperiosa necesidad de contra con uno y lamentamos la ausencia del Inye, Nuestro Hombre en La Plata que nos dejó sin Crónica de la Rosca Bonaerense

La dolorosa ausencia de Mabel, líder de la Rama Femenina de la MAK, fue algo compensada por la luminosa presencia de Helenita, Lauravi , Graciela B. y la compañera de ruta Verito.

Para nuestro Maestro de Luz, el primer paso después de la ducha fría de la derrota es esperar y ver, y sobre todo no imitar la oposición del indignado. Por mi lado recomendé un muy buen post del amigo Mendieta y, como me suele pedir mi editor Seba de Toma, también recomendé el mío.

Sobre la derrota y sus causas también escribieron los amigos Jarma y Gerardo Fernández.

Alguien mencionó la continuidad de Lino Barañao en el gobierno de Macri y frente a los pedidos de fusilamiento sumario intentamos buscar alguna respuesta más acorde con estos tiempos de diálogo, consenso y diálogo.

Para Contradicto, la ciencia se define como una catedral y Barañao es un escolástico. No es un “hombre del proyecto” sino un hombre de un proyecto científico que apoyó el kirchnerismo.

Nagus se asombró de que “los mismos tipos que se reían de que mandábamos un lavarropas al espacio ahora le piden a Barañao que siga”. “¡Claro, cambiaron el discurso después de agujerear el barco!” gritó Osky mientras le proponía al General que buscaran las armas largas en el baúl de su auto (como hacía fresco y ninguno había traído chalina finalmente lo dejaron para otro día).

“¿Y qué pasa si Barañao hace todo lo contrario de lo que hizo hasta ahora o no le dan presupuesto?” preguntó un compañero, casi tan ofuscado como Osky.

“Si no hace lo que queremos es fácil, dejamos de apoyarlo. El dilema es si hace lo que queremos: ¿apoyamos un ministerio con el riesgo de apoyar al gobierno al que nos oponemos?”, se preguntó nuestro Maestro de Luz.

Para Contradicto la continuidad de Barañao es una hábil maniobra de Macri para jugar al diálogo y el consenso. Opiné que probablemente sea así y que justamente no deberíamos ser menos hábil que él. Oponernos a la continuidad de un ministerio que apoyamos hasta ahora porque lo propone Macri es tan absurdo como cuando los radicales no apoyaron el fin de las AFJP que siempre denunciaron, porque lo proponía CFK.

Olvidando a Lino y los lavarropas espaciales, Contradicto explicó que el próximo paso es consolidar el poder legislativo y eso es lo que se está negociando. “2017 está a la vuelta de la esquina”, explicó y Osky corrigió: “falta un año”.

“El poder no es una pirámide, es un sándwich, los poderes que apoyaron a Macri son demasiados, de ahí la opción por varios ministros de economía. Mientras tanto en el FPV nos tenemos que unir.”

Nuestro Maestro Elbosnio opinó que así como el FPV lo sedujo en el gobierno ahora espera que lo seduzca en la oposición. Para Contradicto hay que hacer como hace nuestro Maestro de Luz con Apolinario en el blog (comentarista que para Contradicto no es más que un invento del Maestro de Luz): escuchar y dialogar con Apolinario para convencer al resto.

Fue en ese momento que nos dimos cuenta que justamente hablábamos sin interrupciones. Efectivamente la ausencia de Dani, Interrumpidor Oficial de la MAK y el silencio de Matías, su joven Padawan sumados a la ausencia de Tom Slick, Acotador Compulsivo de la MAK generó ese pequeño milagro.

Para nuestro Maestro, la victoria de Macri es una gran oportunidad para seguir apoyando el poder del Estado. “Hay que seguir opinando, por ejemplo, que la alternancia no es un bien en sí mismo, si quieren 30 años de Macri que lo tengan. Hay que seguir sosteniendo que la expropiación de Clarín sería un gran paso adelante aún con Macri como presidente, seguir apoyando que nos espíe con la SUBE.”

Para demostrar que no sólo leyó Susy Secretos del Corazón en su juventud, y bajo el aplauso entusiasta de los presentes citó al conocido Inspector de Mercados de Aves de Corral: “Prefiero empoderar a Macri que a los poderes no electorales, recordemos siempre lo de “...qué Dios detrás de Dios la trama empieza”.

El amigo Barban agradeció a los militantes de la MAK que fiscalizaron en la segunda vuelta y a la militancia en general, que durante las tres semanas posteriores a la primera vuelta encontró el mensaje: hay dos modelos de país. “Ese mensaje nos dejó a 2 puntos de la victoria y casi logró revertir lo que parecía una derrota cantada. En los próximos 4 años necesitamos que eso se exprese sin que seamos percibidos como los que ponemos palos en las ruedas. Tenemos que hacer política, no futurología apocalíptica”.

Alguien preguntó si Vanoli, presidente del Central, debía renunciar como pide Macri. Teniendo en cuenta que la reforma de la Carta Orgánica del Central apuntaba a promover, además de la estabilidad monetaria y la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social y eso en “en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional” no parece razonable contar con un presidente que confronte con el Ejecutivo.

En definitiva, la MAK no apoyaría que Vanoli se atrinchere en el Central junto a Luli Salazar, aunque nos reiremos con pasión de nuestros amigos del PRO, entusiastas de la independencia del Central que se opusieron a la nueva Carta Orgánica, cuyo primer gesto es pedir la renuncia de su presidente porque no sería lo suficientemente independiente para reemplazarlo por Fede Sturzenegger, ex diputado del PRO.

En respuesta a otra consulta, esta vez sobre Gils Carbó, opinamos que su caso es bastante diferente. Como señaló Barban, se trata de un cuarto poder creado por la reforma del 94 y no hay razón alguna para que renuncie. Macri podría invocar su falta de independencia o incluso una supuesta militancia K que no por irreal dejaría de ser indignante, aunque viniendo de quién nombró a uno de sus legisladores como jefe de fiscales de la CABA podría ser tomado como un elogio.

Barban mencionó que La chica que nos gusta habló de “conducción colegiada del PJ” (“¡Hay conducción y hay PJ!” gritó Osky, por primera vez en la noche, desbordante de optimismo), y para Barban de eso se trata ahora. “No hay que hacer lo que nos hicieron, no creo en el tacticismo, en aferrarse al sillón. Ahora hay que trabajar desde el Congreso. La MAK es un espacio que se creó en la adversidad, la 125, el 2009, la muerte de Néstor. En algún punto la derrota nos fortalece. No tenemos que entrar en el negocio de la predicción, tenemos que hablar del presente y de lo que haríamos. Tenemos que hacer política”

“¡Nace La Barban!” gritó el amigo Robi, mientras agitaba servilletas y pañuelos.

Gerardo Yomal señaló que “la militancia de estas semanas fue increíble, colectiveros, amas de casa. Incluso es alentador lo que pasó en La Nación, en donde los propios periodistas se despegaron del editorial que exige terminar con los juicios por crímenes de lesa humanidad”.

Para nuestro Maestro de Luz, al contrario, el editorial de la Nación nos corre la cancha: "El poder quiere un gobierno amigo pero lo prefiere débil. De ahí que Clarín hable de Juliana Awada y el trabajo esclavo o Pagni explique que la mitad de los votos de Macri son prestados (una afirmación algo asombrosa). Los medios presionan a todos."

Para Robi desde la oposición podríamos intentar operar inteligentemente, ya que en su opinión el fin de la guerra sin cuartel lo hace posible. Para nuestro Maestro, en cambio, erosionar a Macri con la ayuda de TN sería un error, “hay que empoderar la figura del presidente, sea CFK o Macri”.

Un sufrido compañero porteño explicó que hicimos una buena elección en la CABA (45% en la comuna 4), lo que nos da una buena base para empezar a construir de cara al 2019 contra la reelección de Horacito.

Barbán continuó su prédica: “decir que se viene la noche estuvo muy bien durante la campaña, ahora ya no”. “Servirá a futuro, cuando ocurra lo que anunciamos y podamos decir como mi vieja: ¡viste que te dije!” comentó Osky. 

El compañero Dan sugirió utilizar las técnica del judo: sembrar señalando lo malo y cerca de las elecciones en vez de "te avisé" meter un "cambiemos".

Un compañero joven (en la MAK los hay, es importante aclararlo) explicó que en la CABA hicimos una campaña boba, “denunciamos el metrobús de Juan B. Justo y cuando la gente vio que viajaba más rápido Macri ganó por partida doble”. "Esa oposición no sirve de nada"

La compañera Marcela denunció la interna pejotista y se quejó por haber perdido frente a un candidato que no sabe hacer ni una oración bimembre. Nuestro Maestro de Luz y Barban se miraron azorados y preguntaron si desconocer lo que es una oración bimembre es igual de grave que no saber construirla.

Ale, psicólogo de la MAK y líder del kirchnerismo de diván, opinó que el kirchnerismo nos hizo volver a la política, nos dejó un resorte que si nos comprimen saltamos. “Hay que contrarrestar la subjetividad del boludo alegre”, concluyó.

Para el amigo Pablo hay que tener cuidado con el “¿viste? Te dije”, al contrario, hay que acompañar, dialogar.

Barban acordó con él, “no hay que ponerse el cassette del dirigente (sí, el abuelo Barban habló de cassette) sino trabajar la empatía para escuchar y lograr la epifanía”.

“De acuerdo, pero ¿qué hacemos con el tachero energúmeno?” preguntó una compañera. “Esa es una batalla que no hay que dar, está perdida de entrada”, explicó nuestro guía Barban.

Graciana, hada madrina de la MAK que rechazó una invitación a 678 para ese día porque había prometido venir, explicó que cuando todavía no la reconocían por la calle ella solía hacerse pasar por una militante del PRO y elogiaba todo tipo de calamidades que llegarían con Macri.

Ante algunas preguntas de compañeros referidas a los fallos de la Corte sobre YPF o la ANSES, Graciana explicó que durante los primeros años el kirchnerismo avanzó en ciertas reformas y logró una buena Corte pero después “no seguimos con las reformas y nos empantanamos con Stiuso & Co.”

“Hay que explicar las consecuencias del fallo de Lorenzetti: no va a haber ni 82% móvil ni PROCREAR”

Sobre la campaña consideró que el trabajo de la militancia de base fue increíble y que, en muchos casos, la dirigencia no estuvo a la altura de ese trabajo. “No estoy dispuesta al PRO-Peronismo ni a dirigentes perucas pavoneándose junto a mi amigo Mauricio". Consideró además que Scioli tiene que tener su lugar en la dirigencia.

Con placer recibimos la visita del joven Nico Baintrub, hijo de Baintrub, socio fundador de la MAK que dejó de venir, cansado de recibir cadenazos e insultos debido a su condición de radical. Nico trajo a un amigo macrista que se fue encantado (ante el optimismo de Nico, nuestro Maestro de Luz explicó que seducir a un macrista después de la victoria del PRO es como traer un desfibrilador una vez que el paciente falleció).

Así nos va.

Foto: a la salida del Círculo Salvavidas, nuestro Maestro de Luz Elbosnio (con una canasta de empanadas frozen) reparte los nuevos uniformes makistas para la clandestinidad, junto a Barban, Contradicto, Graciana y Nagus. Detrás, de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, el General, Ale (el Psicólogo de la MAK), Osky, Canilla, Bigote, Matias, Robi, Tom, Helenita, Leo, Lauravi, Graciela B., Russian & Maby, Seba de Toma y Julia Olijnyk, GEM, Nico Baintrub, Safi y Camporita, Saubidet, Omar, Verito, Diegohc y miles de otros participantes cuyos nombres no llegamos a anotar.

A mí por supuesto no me busquen. El fin de ciclo nos impide llamar a un fotógrafo y debo recurrir nuevamente a mis modestas habilidades con mi vieja Leica.












 

Machete de invitación a la Cena de la MAK Merthiolate y Gasa



Uno de los comentaristas habituales del blog señala el game over del FPV.

Más allá del comprensible entusiasmo opositor, si algo demuestran los 30 últimos años de democracia es que la noción de game over son los padres. El peronismo estaba acabado en el 83 ("ahora sí lo podemos enterrar" me dijo la madre de una amiga, gorila confesa con exceso de optimismo) y volvió a estarlo en el 99; el radicalismo lo estuvo en el 2001, el kirchnerismo en el 2009 y tantas otras veces. La realidad parece ser más compleja.

Macri hizo una gran elección, luego de conservar por una pestaña su distrito histórico (donde acarició el famoso game over para muchos de sus opositores), obtuvo una inesperada victoria con una candidata que parecía soñada para el FPV (como decía socarronamente Lanata, "a Heidi se la van a devorar en el conurbano") aunque fue Aníbal quien terminó siendo su candidato demonizado ideal, y al final Macri se llevó el premio mayor.

Encontró el tono justo, fue obstinado en sus decisiones estratégicas pese a las críticas de sus socios (un gran ejemplo para quienes exigen líderes dialoguistas y elásticos) y zigzagueante en sus tácticas, cometió errores pero sobrevivió y tuvo apoyos muy poderosos que le facilitaron el camino. De la oposición frontal pasó al "cambio con continuidad". Los medios y la Justicia jugaron a su favor, lo que desnivela la cancha y agrega presión sobre el equipo rival aunque no garantiza el triunfo.

El FPV basó su estrategia en información que hoy entendemos errada. Ganaba tranquilo en la Provincia por lo que un stopper como Aníbal parecía una buena opción. En la Nación parecía más difícil y optó por alinear la tropa con una oferta pragmática. Se concentró en la gestión, en entregar un país en condiciones económicas aceptables en plena crisis regional, pero dejó de hacer política, en el sentido de ampliar la base, como sí lo logró Macri con radicales, indecisos, peronistas opositores e incluso progres. Scioli, por su lado, buscó consolidarse hacia adentro antes de buscar el voto indeciso. Pese a ser una Viuda del Chivo no creo que otro candidato hubiera hecho una mejor elección, pero Scioli no encontró (no encontramos) la mística, ese sueño nuevo que diferencia al candidato ganador del otro.

Quedan, por supuesto muchos errores oficialistas: Randazzo, la falta de apoyo a Scioli de muchos pesos pesados, los cortocircuitos internos y varios más. 


Históricamente nuestros grandes dramas no vinieron de gobiernos electos, o mejor dicho, de la política electoral, sino de las presiones de jugadores que actúan en política sin padecer los vaivenes electorales. Me refiero a los holdings más poderosos, a las asociaciones empresariales, a la Justicia o a los medios (estos últimos de manera más invisible y por eso más eficaz). 


El sueño de un país "sin conflictos" es lo contrario del reformismo, que sabe que para avanzar inevitablemente los debe administrar, no eludir. No se podría haber eliminado las AFJP (lo que permitió el aumento de las jubilaciones y la AUH que hoy todos apoyan), por ejemplo, sin confrontar con los bancos.

Cual será la incidencia de aquel poder no electoral en el gobierno y la permeabilidad del Estado a sus demandas es lo que veremos en los próximos meses.

Como siempre después de una derrota, el peronismo entra en asamblea a los sillazos. Veremos en las próximas semanas y meses cómo evoluciona el FPV dentro de ese espacio derrotado pero con el poder necesario para asegurar la gobernabilidad (esa que pasó de ser un horror junto a la Escribanía a ser una virtud necesaria).

El FPV no gritó fraude ni deslegitimó al vencedor, como sí fue casi una costumbre entre sus opositores en cada nueva victoria K. Es un paso necesario para reconciliarse con el electorado al que deberá volver a seducir, además de consolidar el poder electoral del vencedor.

Vamos a ser opositores, algo extraño aún para quienes desde hace 8 años lo somos en la CABA o para quienes desde la MAK nacimos en plena adversidad de la 125. Pero así como reconocemos a nuestro nuevo presidente sin gritar fraude, no nos seducen las derrotas dignas, la oposición como vocación o la minoría intensa. Nos seduce la política. 


Como escribe el amigo Mendieta, "los balances se hacen de a poco. Lentamente, con el paso de los días, con la atenta escucha de otros compañeros, con la lectura de los analistas. Y con racionalidad."

De todo eso proponemos hablar en la próxima Cena de la MAK Merthiolate y Gasa del miércoles 25 de noviembre.

El lugar es el habitual, el ya legendario Salón Dorado Horacito Rodríguez Larreta del Círculo Salvavidas, ubicado en Cabello 3958, barrio carenciado de Palermo, a las 20:00.
 

Con diálogo, consenso y sillazos, como nos pide la gente.

Foto: el General (en el centro, con mirada adusta) recibe al nuevo contingente de enfermeras de la MAK. 
 

La noble virtud de la riqueza


Columna publicada en Nueva Ciudad.



Al conversar sobre las elecciones, un amigo me explicó que votaría a Macri “porque es millonario y no necesita robar”. En una entrevista con Lanata, el propio Macri pareció darle la razón al explicar con candor que, siendo millonario, no necesita trabajar en política para ganarse la vida y que si lo hace es por altruismo.

Hay tantas falacias en esas pocas palabras que asombra. Iremos una por una:

Falacia del político ladrón
Señala que el político no sólo es más deshonesto que la media de sus representados sino que el mayor riesgo que nos puede deparar un gobernante es robar. Ese riesgo sería tan enorme que alcanzaría con que un candidato sea honesto y no robe ni un cenicero para que su gobierno sea virtuoso, independientemente de sus decisiones, sus prioridades y, sobre todo, de sus resultados.

Es una ilusión extraña que sólo aplicamos a la política. Nunca se nos ocurriría postularnos a un trabajo obviando nuestro curriculum y señalando como única virtud nuestro firme compromiso de no robar. Lo mismo suelen hacer los directorios al elegir a un CEO para dirigir su empresa, esperan evaluar un plan de negocios y analizar éxitos anteriores, no una firme promesa de no pasar gastos de representación inexistentes.


Lo más grave de la falacia del político ladrón es que obvia lo esencial: los países no se empobrecen por lo que puedan robar sus gobernantes (algo siempre limitado en el presupuesto de una nación) sino por lo que se puedan equivocar. El diagnóstico, correcto o equivocado, y su ejecución es lo que diferencia al desarrollo de la pobreza. En eso nada tiene que ver el patrimonio personal de cada uno, como lo demuestran las presidencias de Lula el pobre y el millonario Bush.

Falacia del rico honesto y el pobre chorro
Según este principio, la deshonestidad es una cualidad de quienes menos tienen, ya que los ricos no necesitan robar (salvo los Kirchner, la excepción que confirmaría la regla). Es un razonamiento que parece ser confirmado por la población de las cárceles, habitualmente pobre. El truco consiste en reducir el delito a sus prácticas más elementales, las más denunciadas por los medios y penalizadas por la Justicia y en las que efectivamente ningún rico invertiría tiempo o energía. Pero si dejamos de lado los robos de ceniceros y ampliamos el espectro hacia arriba, nos encontramos que sólo hay ricos entre los delincuentes, a menos que pensemos que Bernie Madoff -que se quedó con al menos 20.000 millones de US$- o los directivos del JP Morgan -que aceptaron pagar 13.000 millones de US$ de multa por sus prácticas delictivas- o los responsables de la estafa planetaria de la tasa Libor, son indigentes.

Así como los ricos tienen consumos diferentes a los consumos populares, también son diferentes sus prácticas delictivas, pero no por ello son inexistentes.

Falacia de la virtud del trabajo político ad honorem
Un tenaz sentido común señala que nuestros representantes no solo tienen que hacer su trabajo de forma eficaz, como esperamos de un CEO, un taxidermista o el pediatra de nuestros hijos, sino que deben ser intachables e incluso carecer de sentimientos tan humanos como la soberbia o la ambición. Podríamos incluso exigirles que efectúen su tarea ad honorem, como proponía nuestra oligarquía en el siglo XIX: servir a la república era un honor que no debía ser mancillado con una dieta parlamentaria, pensamiento altruista que eliminaba de cualquier cargo político a quién no fuera rentista. Macri retoma esa tradición al considerarse más virtuoso que cualquier hijo de vecino que, no habiendo tomado como él la precaución de nacer millonario, necesitaría del ingreso público para vivir.

El pensamiento reaccionario suele edulcorarse con la repetición de este tipo de falacias. De a poco, casi sin darnos cuenta, la virtud ciudadana se desplaza hacia las clases más acomodadas. A diferencia de los pobres, los ricos no roban, no necesitan de la ayuda pública- lo que redunda en una mayor libertad de pensamiento-, reciben una mejor educación y disponen de tiempo y recursos para imaginar el mejor camino para todos.

De ahí al voto calificado hay sólo algunas falacias más, explicadas con desinterés, civismo y mirada 
emocionada.

Foto: Carlo Ponzi, inventor del Esquema fraudulento que lleva su nombre y que otro indigente, Bernie Madoff, perfeccionó unas décadas más tarde (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

Un trabajo de orfebre







Columna publicada en Nueva Ciudad.


Cuando llegué ya había gente en el local, aunque la mayoría estaba en la vereda. Algunos se saludaban con ruidosas palmadas en la espalda, otros con esa cabeceada corta que usamos frente a quienes conocemos de vista y cuyo nombre no recordamos o nunca supimos.

Mi amigo me había dado cita ahí, para una “jornada de reflexión” tres días después de las elecciones del 25 de octubre, esas que desconcertaron a los kirchneristas. Fui a tomar un café esperando su llegada y cuando volví el local estaba repleto. Las sillas de plástico blanco, como las que se ven en los jardines, estaban ocupadas y había un gran chapón en el fondo usado como banco. Mi amigo me vio, se levantó y juntos nos fuimos para atrás. Hacía calor.

Sobre la pared del fondo pintada de verde, distinguí las fotos de Perón, Néstor y Homero Manzi. Apoyados contra la pared había unos volantes con la cara de Mariano Recalde.

Detrás mío, como si me hubieran esperado, entraron dos funcionarios nacionales y otra persona que no alcancé a reconocer. Saludaron a la dueña de casa, la responsable del local, y hablaron de los resultados catastróficos del domingo. En una ciudad como la CABA, generosa en derrotas kirchneristas, nadie entendía qué había pasado. La persona que no reconocí habló después de los otros, dijo cosas sensatas, tomó una hoja de papel y anotó los nombres de quienes quisieran hablar. Aconsejó ser breves (“somos muchos y todos quieren hablar y escuchar”) y dejar las acusaciones para después de la segunda vuelta. “De lo que se trata ahora es de definir el camino para ganar, no perdamos tiempo en buscar culpables, eso lo haremos después”.

El grupo era heterogéneo. Había señoras que podían ser amigas de mi madre, un par de universitarias de la edad de mi hija, tipos maduros como mi amigo y yo, vecinos del barrio, funcionarios acalorados con el saco doblado sobre el brazo, señores serios, algunos más risueños, militantes jóvenes que hablaban entre sí o miraban sus celulares. Alguien había dejado a cargar el suyo sobre una repisa y el ruidito de los mensajes entrantes nos empezaba a enloquecer. Nadie se animaba a apagarlo y seguía sonando.

Con un discurso bien articulado, la dueña de casa habló de la necesidad de escuchar, de tratar de entender qué pasó entre las PASO y la primera vuelta, por qué el FPV perdió tantos votos. Aconsejó no enojarse con la gente ni tampoco salir a asustarla con la vuelta a los 90 o con aquello de que Macri es Menem. Insistió, al contrario, en volver a entusiasmar, “como hicimos en el 2011”.

Un señor de campera se quejó de que “desde hace dos años arriba no nos escuchan”. Alzando la voz explicó que “nos mandan cada candidato que mamma mía y tenemos que volver a empezar”.

Una de las universitarias mostró los carteles que habían pegado esa mañana en la facultad. A diferencia de lo que aconsejaba la dueña de casa esos textos escritos por jóvenes que no habían nacido cuando Menem fue elegido presidente proclamaban que no querían volver a esa época.

Varios hablaron de su propia experiencia en el 2001, de los clubes de trueque, de la falta de trabajo, del miedo a perderlo si ganaba Macri.

Otros hacían cálculos, recordaban la performance de Lousteau, que casi destronó a Rodriguez Larreta, y se ilusionaban con buscar ese voto aunque sospecharan que no tendríamos el suyo.

Una señora de tapado claro propuso que se desglosara el ABL, una manera de aliviar el peso del impuesto hoy pagado integralmente por los inquilinos. Sonreí pensando en la escala municipal de su propuesta en plena campaña presidencial, pero enseguida recordé que el domingo las grandes certezas que tenía habían tomado un baño de humildad, como diría La chica que nos gusta, y miré de otra forma esa propuesta chiquita, en filigrana.

Y posiblemente ahí esté la clave o al menos una de las claves. Frente a un cierto sentido común en alza, que sataniza a la militancia mientras idealiza al ciudadano libre que participa de una ONG o al hábil asesor de imagen, es bueno volver a sentir el calor de la política de base. No hay muchos ámbitos en los que se sienta eso, como una especie de fortín de frontera que ordena, de a poco, nuestro desorden y amucha nuestros sueños.

Un necesario trabajo de orfebre.


Foto: en el Taller de Orfebrería Néstor Carlos Kirchner, los nuevos reclutas de la MAK se abocan al trabajo (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

Así fue la Gran Cena de la MAK del jueves 29 de octubre (Hospital de Campaña)





Preocupado por los resultados electorales y el éxodo masivo hacia el Vaticano, último reducto donde gobierna un peronista y no existe la erosión electoral, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, dio curso a la Secretaría de Guateques, Cuchufletas y Cachondeos (la ya legendaria SeGuCuCach, por sus siglas en inglés) liderada por Nagus el Magnífico para que organizara una Gran Cena de la MAK el jueves 29 de octubre, en honor a la Beata María Restituta Kafka (SIC), virgen cuya vida ejemplar lo iluminó en la suya.

Ante la ausencia de María Amelia, la escribana de la MAK, no pudimos establecer fehacientemente el número de fin de ciclo aunque varios consideraron que éste, como tantos otros, era el definitivo. En cambio, sí pudimos leer el Orden del Día que estableció la imperiosa necesidad de contra con uno y dimos curso al Inye, Nuestro Hombre en La Plata para iniciar su ya legendaria Crónica de la Rosca Bonaerense, antes de lanzar el diálogo horizontal, participativo y horizontal, como pide la gente.

“Aníbal nos gusta y todos lo apoyamos, pero no fue un buen candidato y no hizo campaña, estuvo en los actos con CFK y en la tele pero no recorrió el territorio. Hubo mucho corte de boleta en contra de él, algo que nadie vio venir y mucho pase de facturas. También algunos explican que cuando le dijo a CFK que quería ir de candidato en la Provincia ella aceptó pero le aclaró que seguía siendo su Jefe de Gabinete, lo que parece complicado para hacer campaña. Mariú, por su lado, encontró al cuco ideal, los electores que no votaron en la PASO lo hicieron mayoritariamente por CAMBIEMOS.”

Tom Slick, acotador official de la MAK volvió con todo el brío y denunció la traición de muchos intendentes, las boletas que se repartían cortadas y la bronca que dejaron las PASO. Nagus y Mabel contaron el pase de factura en Morón.

Para el Inye nadie midió eso. “No sabemos llevar adelante las PASO, quedan demasiados heridos.”

Al enterarse de nuestra Cena Hospital de Campaña, La Chica que nos gusta organizó una cadena nacional que no fue cadena pero indignó igual. Para algunos CFK debería haber sido menos soberbia y bajar la cabeza y para otros, como nuestro Maestro de Luz, el tono del discurso fue el correcto: “me gusta que ella defienda que la confrontación de ideas es algo positivo porque el lugar común actual apunta hacia un paradigma extraño: dialogar es bueno y confrontar es malo."

Para Barban “CFK no va a cambiar, pero además no hay nada que se pueda hacer por ganar el discurso del diálogo y el consenso, ese lo tiene Macri. Sería un error querer jugar a eso."

“Además, no olvidemos que Massa no habló de diálogo y consenso sino de bajar aviones”, acotó un compañero mientras intentaba infructuosamente manotear una botella de vino de ferretería (elixir que faltó de las mesas como si todavía hubiera veda).

"El único camino hoy es buscar al menos el 50% del voto massista. No pasemos las próximas semanas analizando los discursos de CFK o Scioli. El estilo de CFK sirve para entusiasmarnos pero nosotros tenemos que ser más astutos, escuchar, entender qué piensa el otro", continuó Barban.

“Siempre hago lo que dice Barban”, explicó un compañero, delegado de La Nación, “cuando converso con alguien que votó al PRO le pregunto qué espera y qué lo hace feliz.”

Otra compañera mencionó al votante furioso, ese al que parece importarle menos su propio porvenir que el deseo irrefrenable de sacarle “los planes a los negros”. “Es el odio de clase, el del Viva el cáncer”, acotó la amiga Turca, que vino con el guardapolvo directamente del hospital donde La Cámpora tiene su depósito de armas biológicas.

“El voto frioso no lo ganamos, es de Macri”, opinó Barban, “tenemos que concentrarnos en el 30% que no lo votó, que no eligió el voto útil y que para mí no lo va a votar.”

“¡La primera pregunta que tenemos que hacernos es si queremos ganar!”, lanzó el amigo Mendieta mientras arrojaba una silla junto al Contradicto desde el fondo de la sala. Ante la respuesta afirmativa del 97,2% de los presentes (102,5% proyectando indecisos, según Management & Fruit), continuó: “entonces no tenemos que decirle al otro que es un pelotudo. Al contrario, hay que decir que sí a lo que digan. Mi tía está enojada con la mentira de los indices de inflación y para amigarnos tenemos que decirle que tiene razón, si no le gustan las cadenas nacionales hay que decirle que con Daniel se van a terminar. Hay que decirle que sí a todo.”

“Ojo, si a fuerza de decir a todo que sí te convencen de votarlo a Macri, por favor llamá antes al 0800-BARBAN”, aclaró nuestro Maestro de Luz, algo preocupado.

Barban reconoció estar de acuerdo con Mendieta, lo que nos dejó completamente atónitos. “Esto es claramente el fin de ciclo” dijo alguien mientras se persignaba. Otros propusieron quemar incienso o palo santo o incluso llamar a un exorcista.

“Con quien no nos votó no hay que confrontar, hay que seguirle la corriente hasta descubrir su crítica a Macri y ahí subirse” agregó Barban.

“Tenemos que aprender del macrismo que habla pelotudeces pero son las que quiere escuchar la gente” acotó un compañero mientras otro le mejicaneaba la última empanada frozen de la fuente.

Juani, compañera de la Matanza, explicó por su lado que “la campaña de CAMBIEMOS en el conurbano es casi evangelista”

“La campaña de Macri fue un acierto, CAMBIEMOS es un contenedor amplio y populista, hay que decir que sí a lo que digan, no salir a asustar” continuo Mendieta, mientras buscaba alguna silla.

"Nos burlábamos de salir a timbrear pero nos olvidamos de sentarnos un rato a escuchar", explicó el amigo Robi. "Hay que entender al que no nos votó, no enojarse."

“Además, relacionar a Macri con los 90 es un slogan que no funciona” acotó El Bosnio mientras monopolizaba el micrófono. “El proceso de degradación es paulatino. Es más, al principio va a haber un efecto positivo: al empresariado y a los inversores les va a cambiar el humor y eso es positivo. Lo que es negativo es lo que hace falta para que esos tipos sean optimistas."

A los gritos, el amigo Contradicto sostuvo que “perdimos sintonía con la gente, las cosas vencen. No es tanto el candidato que se impuso sino la voluntad de cambio. Perdimos por todos lados, no sólo en la Provincia. Hay que despegar a CFK de Scioli y Scioli tiene que ser el Gran Jefe de la tribu

Para afianzar ese liderazgo, propusimos que Scioli ajusticiara a Horacio González en el quincho de La Ñata, con Ricardo Montaner de fondo, pero la propuesta fue rechazada por una serie de formalismos legales. Así nos va.

Un compañero acotó: “creo en el marketing directo pero ojo que el tercio del padrón tiene menos de 30 años, no tiene miedo al desempleo: nunca lo conoció. Hay que sintonizar bien.”

“EL PRO movilizó incluso a los viejos”, explicó GEM. “Es la repartija del laburo: el FPV les dio jubilación y ellos le dan el voto al PRO.”

Nuestro Maestro de Luz explicó que la razón te la da ganar: “celebramos la elección de Scioli como candidato hasta que perdió, Durán Barba era un idiota por oponerse a una alianza con Massa hasta que ganó.”

Con placer recibimos la visita del amigo Baintrub, socio fundador de la MAK que dejó de venir cansado de recibir cadenazos, escupitajos e insultos debido a su condición de radical (una debilidad típicamente radical, dicho sea de paso). Para Baintrub, si bien hubo reconocimiento de la crítica a las malas formas K no hubo crítica a las malas políticas K como la inseguridad, la inflación, el cepo o el estancamiento.

Como este modelo de crecimiento con inclusión promueve la felicidad e incentiva la algarabía, festejamos con generosas tortas (de casi una yarda de diámetro según las últimas mediciones del INDEC) el famoso #MiGranCasamientoUcraniano del amigo Seba de Toma y la joven Julia Olijnyk, y el cumpleaños de Lauravi (quién nunca se enteró ya que prefirió la charla de vereda al monólogo de nuestros líderes, y la verdad es que así no funciona la cosa). Mabel, por su parte, aportó dos inmensas pastafrolas y Graciela, galletas de chocolate como las que compraba de chico en un almacén que las vendía todavía sueltas. Dolor Gofio.

El amigo Barban concluyó diciendo que por primera vez no hubo suficientes fiscales del FPV en la CABA y que incluso en su mesa hubo robo de boletas. Pidió que nos inscribamos para serlo con un argumento irrefutable: "es una tarea tan sencilla que hasta Rinconete pudo llevarla a cabo". El Servicio de Secretaría y Comunicación de la MAK ya está implementando un mail colectivo a tal efecto. 


Foto: en una tribuna improvisada a la salida del Círculo Salvavidas, nuestro Maestro de Luz Elbosnio (con el farolito chino, símbolo de la entrega de la Patagonia a Beijing, y el sol, símbolo de la soberbia cristinista) despide a Mendieta, Barban, Contradicto, Baintrub y el Inye. Detrás, de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, Bigote, Matias, Robi, Tom, Helenita, CeciManolito, Pat Malanca, Malala, Rietti & Diana, Lauravi, Niqueco, Russian & Maby, Seba de Toma y Julia, GEM, Baintrub, Turca, Safi, Saubidet y miles de otros participantes cuyos nombres no llegamos a anotar.

A mí por supuesto no me busquen. Me habían prometido un fotógrafo si ganábamos por más de 40 puntos, como señalaban las encuestas, y acá estoy de nuevo, con la Kodak Fiesta que me regaló el Pato Echegaray en la Ferifiesta del 84.