Grupo de autoayuda para quienes padecen ciertas molestias ante
comentarios Anti-K, o incluso descubren alguna tolerancia al peronismo.

MAKanalogia: El desinterés por nuestro interés

Los resultados electorales tienen consecuencias políticas muy serias, pero no por ello debemos creer que esos mismos resultados permiten análisis políticos profundos.

Imaginemos que nuestra libertad se jugara a un “cara o cruz”.
Las consecuencias serían importantes, pero de nada serviría dedicarnos la vida a pensar por qué apostamos a cara y no a cruz, ni qué cosas hicieron que saliera cruz o cual fue nuestra responsabilidad en que saliera cara.

Para los que sienten un interés particular por la política hay una antigua analogía, de varias semanas, que nos ayuda a colocar nuestra situación en perspectiva porque la ejemplifica siendo nosotros parte de la mayoría sin convicción.

Las elecciones presidenciales, al menos en la Argentina, podríamos analogizarla (permítaseme el neologismo de analogizar) como la elección del menú escolar para nuestros hijos.
Nada mas importante que la salud de los chicos. No hay padre que no someta a su propio hijo a serios maltratos por defender su salud.

Como ocurre en política, podríamos decir que casi todos coincidimos en que la salud de nuestros hijos es importante.
Con menos énfasis, afirmaríamos que la alimentación sana tiene alguna relación con la salud.
Y probablemente muchos de nosotros no nos atreveríamos a confesar que, aunque importante, el tema del menú de nuestros hijos está lejos de interesarnos como para dedicarle demasiados bits & bytes al asunto.

Hay padres que sí le dedican tiempo y foco. De esos hay varios grupos según sus conclusiones, ideológicas y técnicas. Estarán los bio, para quienes la trazabilidad del alimento asegura la salud: estarán los veganos, que intentan interrumpir la cadena del crimen del carnicero a nuestra prole; los prácticos, que afirman que la sofisticación del menú los encierra en una pecera; los ecónomos para quienes disminuir la cuota es también salud.

Pero la gran mayoría navegará sin mucha convicción sobre todo esto, solo compartiendo con los demás la importancia de la salud, la importancia de las finanzas, la importancia de mantener la practicidad de todo y por supuesto la  importancia de no irse hacia ningún extremo.
Compartiendo todo, aún entre quienes no comparten nada, esa poderosa mayoría no tendrá (no tendremos) la menor idea de qué corno elegir y ningún tapujo en cambiar de opinión semestre a semestre.

Como ocurre con la mayoría gemela en política, esta “mayoría parental no alineada” (MAPANA por sus siglas en inglés) no poseemos convicciones personales ni opinión fundada sobre el tema, solo coincidimos en que es un tema muy importante y que bajo ningún concepto nos animaríamos a confesar que no nos interesa dedicarle demasiado esfuerzo.

(El uso de la expresión “esto que es de mi interés no me interesa” debería ser de práctica obligatoria en las escuelas. Su prohibición moral nos lleva a construir argumentaciones filosóficas helicoidales y a sostener situaciones embarazosas, inútilmente).

Por todo esto los MAPANA buscamos alguien en quien confiar. Alguien que nos inspire confianza, lo que significa que creamos que no envenenara a nuestros hijos pero, igualmente importante, que confiemos que defenderá su posición cuando algún otro venga a acusar de asesinos a quienes la hayan propuesto.

Ningún MAPANA quiere quedar expuesto a tener que argumentar su elección porque eso lo llevaría a tener que confesar la cláusula de desinterés por el interés. Por eso es clave que quien le haya servido de “master” dé luego la cara cuando corresponda defender la posición y ademas que logre un razonable éxito numerario.

Un verdadero MAPANA teme mas quedar en una incomoda minoría que en un decisión errada pero general.

Como los MAPANA somos una fuerte minoría, por no decir más, nuestra inestabilidad en las decisiones se transmite a la elección del menú del colegio. Elección que oscila siempre y mucho.
Porque un MAPANA no pasa de un casillero al otro, de vegano un año a ovo-lacto-vegetariano por ejemplo.

Sin convicciones nuestra opinión da saltos de golondrina migratoria. Podemos pasar de comida raw un año a comida light con agregado de productos inminizantes fabricados por Boehringer para terminar en la dieta de neandertal. Nuestros saltos tienen la libertad de quien no padece las ataduras de la reflexión propia.

Solo dependerá de la capacidad de predica de cada grupo de opinión con la ayuda de algún anuncio de ultimo momento como si justo una semana antes un chico de otro colegio se envenenó con comida vegetariana o un noticiero anunció el peligro del salmón, que no se importa pero envenena.

Quienes no tenemos convicciones sobre un tema ni el carácter para sostener en publico que ese tema no nos despierta el mas mínimo interés, nos escondemos detrás de la estrategia del MAPANA.
Nuestras elecciones están basadas en el temor a quedar defendiendo algo indefendible o una posición que nos obligue a argumentarla. Por eso podemos cambiar de opinión pero siempre pasaremos de la opinión de un grupo de amigos a la opinión de otro grupo de amigos. Siempre adoptaremos la opinión de un grupo que consideremos fuerte y numeroso como para defenderlas o a lo sumo no tener que defenderlas nosotros.

Las ataduras son con los grupos, no con las ideas.

Por eso si los BIO quisieran lograr que sus compadres elijan BIO, no es llenándolos de reportes médicos sino mas bien cayendo simpáticos. Si los BIO juegan al fútbol con los padres y se van de camping, son “gente como uno, confiable”, lograran persuadir a los demás de elegir un menú BIO probablemente sin que nadie sepa qué es. Porque el menú BIO es elegido por ser el menú que recomiendan esos padres BIO

“Yo para mi hijo quiero la comida que elige un tipo como Nagus, que parece tan saludable” diremos (¿Nagus saludable? Nota del editor) .

Si los BIO se vuelven fanáticos que solo hablan de nutrición, nadie querrá pasar sus hijos a ese menú. Porque es el menú de los fanáticos.

Sobre nuestras elecciones tendrá mas impacto un gracioso que se burle de los veganos o un simpático que diga “Freddy es mas infeliz que un tipo que come comida bio” que tener un padre investigador del Conicet en nutrición que nos traiga sus conclusiones.

Si la elección terminase siendo por “hamburguesas caseras” provistas por Goodmark, de nada serviría una autocrítica del grupo vegano focalizada en nutrición.

No “fallaron” por errores en su explicación sobre los beneficios de la comida vegana, ni fallaron porque la comida vegana quizás no sea la propuesta correcta de alimentación sino más bien porque tal vez no entendieron a los MAPANA.

Si se quisiera analizar por qué los MAPANA eligieron algo y no otra cosa, habría que focalizar sobre qué padres asistieron mas a las cenas de camaradería, que noticias salieron en los diarios, etc..

No porque la elección sea cosa seria para los veganos, lo es para los MAPANA.

Las elecciones de los MAPANA no tienen esa profundidad. Un día antes habríamos elegido pizzas, dos días después comida row o freegana.

Solo amerita analizar qué simpáticas tertulias faltaron hacer, qué padre no fue lo suficientemente graciosos en los asados, etc... Porque en ese plano se da la elección.



(*) En la foto lo vemos al Gral. Susvin predicando en el colegio de sus hijos a favor de la dieta de neanderthal





 

Elige tu propio enemigo



Columna publicada en Nueva Ciudad.


“Hay quienes afirman que un príncipe hábil debe fomentar con astucia ciertas resistencias para que, al aplastarlas, se acreciente su gloria.”

Nicolás Maquiavelo / El Príncipe




Una de las críticas más persistentes de la anterior oposición señalaba la confrontación como el peor de los legados kirchneristas (el “endemoniado juego faccioso que activa permanentemente la antinomia amigo-enemigo" según la definición del siempre mesurado L.A. Romero). El fin de esa terrible antinomia y el regreso a un país tan manso como imaginario serían las tareas prioritarias del nuevo presidente.

En unas pocas semanas de gobierno, Macri ha demolido con pasión esa candorosa expectativa. El nuevo presidente conoce a sus electores y les habla como esperan que lo haga. Para ello ha definido un enemigo, el kirchnerismo, y mientras señala día a día la pesada herencia recibida, muestra como se aboca a desactivarla. Como escribió Mauricio Maronna: “Macri sigue activando la táctica de ir a fondo contra los aparatos simbólicos del kirchnerismo. En conversaciones a grabador cerrado con funcionarios macristas se confirma que esa jugada tacticista les permitió elegir al adversario, casi como en una remake, pero a la inversa, de lo que hizo Cristina Fernández de Kirchner con Macri durante los dos últimos años."

Los aparatos simbólicos del kirchnerismo son muchos. Está por supuesto el detestado programa 678, cuya eliminación paradójicamente aportaría un mayor pluralismo en la televisión, pero también Martín Sabbatella, titular de AFSCA y símbolo de la ley que según explicó Marcos Peña fue una declaración de guerra contra los medios, felizmente terminada en unas pocas horas gracias a un veloz DNU. En ese listado también se incluye a la militancia, palabra joker que engloba casi todo lo malo que puede tener la política, según la visión de los nuevos ocupantes de la Casa Rosada y que tiene el poder mágico de indignar a gran parte de su electorado. 

De ahí que incluso echar a miles de empleados públicos por la sospecha de serlo estaría justificado. Esos que, en el nuevo relato oficial, serían reemplazados no por una militancia propia sino por una burocracia eficiente y desprovista de intencionalidad política, a la imagen de la que aportó la Fundación Mediterránea o el CEMA durante el gobierno de Menem.

Dentro de esa nueva confrontación se inscriben hechos simbólicos como la elección de animales para los nuevos billetes ("Los invito a buscar los peluches en los nuevos billetes y a reflexionar sobre el significado de incluirlos", escribió poéticamente el nuevo Presidente del Central) como la contratara de la crispada Eva o las islas Malvinas. Pero también hechos graves como la detención de Milagro Sala bajo la acusación vaporosa de “instigación al delito y tumultos” por el acampe que la Tupac Amaru realiza en la plaza Belgrano de la capital jujeña. Imaginemos por un instante qué hubiera ocurrido si el actual senador De Angeli o el actual ministro Buryaile hubieran sido encarcelados por los tumultos, las instigaciones y los acampes durantes el conflicto de la 125.

Elegir al enemigo, desde 678, la militancia, los billetes de Eva o la dirigencia social, y el método utilizado, los DNU o la brutalidad de una Justicia afín, busca consolidar poder pero también operar en el frente opositor. Satanizar al kirchnerismo y elogiar a los dirigentes sindicales o llevar a Sergio Massa a Davos es una manera de accionar dentro de la interna peronista. Se define así al peronismo serio con el que se puede conversar separado del kirchnerismo con el que sólo se puede confrontar (a la vez que se lo agiganta por la inevitable reacción de sus simpatizantes). La idea al parecer consistiría en vaciar al kirchnerismo de las instancias institucionales, en particular legislativas, y llevarlo hacia las plazas donde se iría transformando en una minoría intensa, mientras se complica la interna peronista.

Es una apuesta hábil que tiene un único inconveniente: su éxito dependerá estrictamente del impacto de la devaluación y la eliminación de subsidios en el poder adquisitivo de las mayorías. Sin eso será sólo retórica.

Como escribí en ésta columna, el juego de la democracia es “elige tu propia confrontación”. Una vez elegida sólo importa lo que se obtiene con ella.

Foto: En el Centro de Capacitación Política Néstor Carlos Kirchner (actualmente Paseo de Compras Antonia Macri) un recluta makista aprende a elegir su propio enemigo (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).


 

Próxima Gran Cena de la MAK el miércoles 3 de febrero de 2016



Preocupado por la pesada herencia de gasto público desenfrenado y pobreza desbocada, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, dio curso a la Secretaría de Guateques, Cenas Show y Tés Canasta (la ya legendaria SeGuCeTeCas, por sus siglas en inglés) liderada por Nagus el Magnífico para que organice la próxima Gran Cena de la MAK el miércoles 3 de febrero, en honor a Santa Wereburga de Chester, mártir cuya vida ejemplar lo iluminó en la suya.

En pleno transe místico, nuestro Maestro lanzó algunas palabras alusivas mientras golpeteaba sobre unos cuencos tibetanos que nos dejó Mauricio:

"Cansados por 12 años de estar atentos a cada microdetalle proveniente de la política, agotados por analizar el significado de cada expresión y descubrir el avance de la dictadura en cada tuit, la MAK ha decidido, a tono con la época, dedicar sus cenas a alegres tertulias en las que cada uno cuente sus viajes o los que hará apenas recupere el empleo.

La política es cosa del pasado y nos recuerda una brecha que ya no es. Como dejamos de recibir los cheques de Zannini pero aún no recibimos los de Horacito, el cañón para proyectar video lo debemos y seguiremos con el riel de diapositivas. Quien tenga algunas de sus viajes será bienvenido.

También a tono con la época decidimos sincerar el precio del menú Alegría, consistente en empanadas con olor a carne, vino de ferretería y gaseosa tibia. Todo eso por sólo $80. "


El lugar es el habitual, el ya legendario Salón Dorado Horacito Rodríguez Larreta del Círculo Salvavidas, ubicado en Cabello 3958, barrio carenciado de Palermo, a las 20:00.

Más allá del sinceramiento de las empanadas frozen, quienes aún dispongan de trabajo podrán negociar directamente con el Círculo Salvavidas el plato Súper De Luxe Primera Especial, como milanesa, pechuga, ensalada y demás manjares.

Por razones de seguridad nos vemos en la obligación de mantener el santo y seña: "¡Qué desmejorado que está Elbosnio!". Un juez jujeño lo exigirá a la entrada bajo pena de arresto inmediato.

Foto: El General realizando tareas de espionaje en el último Abierto de Polo - Antonia Macri, con dos cámaras norcoreanas.

(Cortesía Fundación Led para el Desarrollo de la Fundación Led).
 

Es sólo cuestión de fe


Columna publicada en Nueva Ciudad.

“En los últimos 20 años hubo una guerra de clases y mi clase la ganó”

Warren Buffet, inversor y tercer hombre más rico del mundo.




Una de las letanías más persistentes en contra de los gobiernos populares o simplemente del populismo en general denuncia su naturaleza artificial. Al contrario de los gobiernos serios que construirían marcos apropiados, herramientas adecuadas y buenas señales para que las fuerzas del mercado se pongan en funcionamiento y, de forma natural, la riqueza se derrame desde arriba de la sociedad, los gobernantes populistas harían trampa generando empleo artificial, con un gasto público desenfrenado, que a la larga terminaría en una crisis peor a la que se buscaba solucionar. Lo artificial, en este caso, se asocia con lo que no es sustentable, una especie de espejismo populista que pretende separarnos de la dura realidad de los recursos limitados.

La falta de sustentabilidad de las políticas populistas suele ser independiente de la duración del período en el que efectivamente se desarrollaron. Así, en el caso de que estos períodos hayan sido largos, las críticas suelen explicarlos por alguna bonanza excepcional que, por supuesto, se dilapidó en empleo público, asignaciones familiares o gasto público en general.

De ahí que, por ejemplo, el aumento del empleo público sea denunciado como un artificio relacionado con el clientelismo y nunca con la necesidad de un Estado con responsabilidades crecientes (asombrosamente, la crítica al Estado ineficaz suele cohabitar con la crítica al aumento del gasto público).

Más allá de lo que duren los espejismos populistas lo cierto es que se terminan apenas son reemplazados por los gobiernos serios. Como hemos podido observar en este primer mes de gobierno de Macri, se suele explicar que el gasto es excesivo con respecto a los ingresos, aunque nunca se busque solucionar ese aparente déficit aumentando estos sino que, incluso, como en el caso de las retenciones, se los reduce. Lo natural consiste entonces en gastar menos y despedir el mayor número de empleados públicos posible ya que siempre hay en exceso (más allá de que, por ejemplo, en la Argentina haya menos que en EEUU).

Para los gobiernos serios, el trabajo público es, al parecer, un lujo que no nos podemos dar. Pero quienes pierdan esos empleos serán retomados por el mercado a menor salario o engrosarán las filas de desempleados, lo que redundará en negociaciones salariales a la baja, ya que nada disciplina más que los altos índices de desempleo. Es por eso que no se trata solamente de supuesto ahorro sino de una tendencia que inicia el gobierno y que tuerce la futura puja salarial a favor de los empleadores privados.

El presidente Reagan solía explicar que bajar los impuestos a los ricos incentiva el trabajo y la inversión y que a la larga eso se traduce en mayores ingresos fiscales. Lo único verdadero en esa afirmación es que los ricos de EEUU que durante 50 años pagaron una tasa de Ganancias promedio del 80% con picos del 90% (años de equidad y crecimiento que no parecen haber ahuyentado inversiones ni propiciado el comunismo), a partir de Reagan pasaron a pagar menos de la mitad, mientras que los pobres y la clase media siguen esperando el incremento de ingresos fiscales prometido. A eso se refiere el multimillonario Warren Buffet con la “guerra de clases” o cuando afirma que el gobierno debe dejar de “mimar a los ricos”.

Lo mismo ocurre con la idea de reducir el gasto público para conseguir un Estado más presente o echar empleados públicos para lograr la Pobreza Cero que Macri dice buscar con ahínco. Se trata de espejismos de derecha.

La gran diferencia es que los espejismos de derecha nos ilusionan con futuros venturosos a costa de presentes calamitosos mientras que los espejismos populistas, más rudimentarios, prefieren ofrecernos presentes venturosos a costa de futuros calamitosos, esos que paradójicamente llegan apenas los gobiernos populistas son reemplazados por gobiernos serios.

De un lado tenemos más presión fiscal sobre los que más tienen, más gasto público, más empleo (público y privado) y del otro, menos gasto, menos presión fiscal y la sincera promesa de que esos mimos a los ricos redundarán en más empleo y un Estado mejor. Es sólo cuestión de fe.

Foto: asamblea de ricos que proponen combatir la pobreza siéndolo aún más (gentileza Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).

 

Pasado imaginario y moralismo selectivo




Columna publicada en Nueva Ciudad.


“De Illia se rescata que fuera a la Casa de Gobierno en subte o que después de su derrocamiento tomara un taxi para volver a su domicilio. Estos gestos demagógicos, porque no son más que esto, en nada mejoran la calidad de un gobierno ni pueden ocultar su fracaso y su ineficiencia.” 

Carlos Corach / 18.885 días de política


Hace unos años, Marcos Aguinis publicó “¡Pobre patria mía!”, un penoso panfleto que el propio escritor apocalíptico describió como “un grito sublevado, un llamado de atención, una apelación a parar la pelota enloquecida en que se ha convertido la Argentina de hoy”.

Aguinis logra un compendio de lugares comunes que llora la decadencia de una Argentina imaginaria, desde el maravilloso Centenario, época en la que llegamos a ser “la octava potencia mundial”, hasta el siniestro Bicentenario, que nos ofrece un país en ruinas, víctima de una siniestra dictadura populista.

Más allá del error de creer que un país puede ser una potencia por el valor asignado en determinado momento a su producción (si ese fuera el caso, hace años que Arabia Saudita sería una) lo notable es la elección de nuestro paraíso perdido: 1910. Según la cronología de Aguinis, nuestra decadencia coincide con el inicio del sufragio universal y, sobre todo, con los reclamos populares por acceder al poder político, hasta ese momento detenido por una minoría. Los progresos alcanzados en el último siglo, como la consolidación de la democracia, la disminución del analfabetismo y la pobreza o la ampliación de derechos como el voto femenino, las vacaciones pagas, el divorcio o la jubilación generalizada, no cuentan. Antes “éramos decentes”, señala Aguinis, y hoy ya no lo somos.

En una asombrosa columna publicada en La Nación el mismo autor que durante doce años alertó sobre un apocalipsis inminente aunque siempre esquivo, saluda con entusiasmo el advenimiento de Macri, “una suerte de Konrad Adenauer que debe sacar su país de la ruina”. El paralelismo es cronológicamente correcto, ya que el mismo Aguinis comparaba a La Cámpora con las Hitlerjugend.

En todo caso, nuestro Adenauer de Barrio Parque tiene el don de transformar el barro kirchnerista en oro republicano: así como era legítimo que la oposición en el Senado aclarara que rechazaría a cualquier candidato a la Corte que fuera propuesto por CFK, Aguinis justifica la decisión de Macri de nombrar a dos jueces obviando esa instancia porque se debe “resolver la parálisis parcial de la que adolece el máximo tribunal”. Imaginemos por un instante qué hubiera escrito de haber sido CFK quien eligiera ese método.

Así como antes Aguinis aplaudía la valiente resistencia de los diputados opositores que votaban en contra, se retiraban del recinto o no daban quórum al tratamiento de proyectos oficialistas, hoy califica a los legisladores bonaerenses del FPV de “esclavos” a las órdenes de la “ex emperatriz” ante la misma circunstancia.

El moralismo selectivo de Aguinis permite que los métodos que hasta ayer eran atroces hoy sean virtuosos. Quién ayer calificaba a CFK de nazi exige hoy que los disensos “se apoyen en la seriedad y en la lógica”. Incluso la fortuna presidencial, que en el caso de CFK generaba una permanente sospecha de corrupción, es en el caso de Macri la prueba de su éxito empresarial.

Llevar el debate político hacia el moralismo selectivo o comparar nuestro presente “en ruinas” con un pasado imaginario forma parte del ABC reaccionario. Así, el gasto social se equipara a “una esclavitud mental que impone una limosna llamada subsidio” mientras que la disminución de retenciones equivale a “un estímulo poderoso para seguir invirtiendo”.
Como en el caso de la canonización de Illia a partir de gestos políticamente irrelevantes, la letanía de la supuesta decencia de Macri o de sus intenciones nobles apunta no sólo a justificar métodos extremos sino que oficia de cortina de humo para ocultar lo que realmente entusiasma a Aguinis y debería preocuparnos: sus políticas y sus resultados.

Foto: funcionarios sospechados de kirchnerismo comparecen frente al Comité de Actividades Antiargentinas (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

Un ejercicio constante y decidido

Columna publicada en Nueva Ciudad.

“No hay otro instrumento para transformar la realidad que un ejercicio constante y decidido de la política"

Carlos Corach, 18.885 días de política




Apenas asumió, el nuevo ministro de Comunicaciones anunció que “la regulación de la Ley de Medios no va a subsistir durante nuestro gobierno” y explicó, por si quedara alguna duda sobre sus razones, que “la norma fue creada para aniquilar a medios de comunicación, como por ejemplo al Grupo Clarín (…)”. El AFSCA, ente autárquico cuya función es hacer cumplir esa ley, fue colocado por DNU bajo la tutela del ministro y luego intervenido. Aguad explicó que su titular no podía continuar en el cargo por tratarse de un militante y lo reemplazó por otro militante aunque, nobleza obliga, del PRO. “Los medios van a competir libremente en el mercado y trataremos de ayudar a los más pequeños”, concluyó el ministro, para quién la función del Estado es tratar.

La forma elegida por el gobierno fue criticada por algunos pocos periodistas, como Nelson Castro, pero lo relevante fue el fondo: con un decreto y una orden judicial, en 24 horas se dio de baja a una ley discutida durante años, promulgada en el 2009 y declarada constitucional por la Corte Suprema en el 2013.

El periodista de La Nación José Crettaz fue aún más claro que el ministro: “No más allá de febrero llegarán finalmente los cambios más profundos a la legislación vigente: la modificación de los artículos 45 y 41 de la ley de medios audiovisuales. El primero es el que pretendió serruchar al grupo Clarín en al menos seis partes, al fijar de manera retroactiva todo tipo de restricciones a la propiedad cruzada de distintos tipos de medios y al alcance que los canales y radios privados pueden tener sobre la audiencia. Y el segundo es el que impide la venta o transferencia de medios. Esos dos podrían no ser los únicos artículos a modificar. Esto también se haría por DNU.”

El establishment argentino suele poner como ejemplo de seriedad a países cuyas legislaciones jamás toleraría. No sólo la posición dominante de Clarín no sobreviviría a las regulaciones europeas o norteamericana sino que el poder del AFSCA es limitado comparado, por ejemplo, con el de su par francés, el CSA, que tiene incluso mandato para regular contenidos, algo que la stalinista Ley de Medios no permite.

Así como debemos llegar a ser Noruega con la presión fiscal de Burundi, al parecer debemos lograr un medio audiovisual plural sin limitar las posiciones dominantes, ya que, como señaló con honestidad el abogado del Grupo Clarín en una audiencia en la Corte Suprema: "La cuota de mercado es una limitación a la libertad de expresión”. Como señala Graciana Peñafort, eso equivale a creer que el monopolio de un único medio ofrecería la mayor libertad de expresión posible.

Como Macri, Kirchner también creyó poder negociar con Clarín, igual que Duhalde, De la Rúa y Menem antes que ellos. Pero el apetito bulímico del grupo no se calmó con la modificación de la ley de radiodifusión a su favor, con Canal 13, con la ley Clarín que salvó al grupo de sus acreedores o la fusión de Cablevisión y Multicanal; como no se calmará con la eliminación de la detestada Ley de Medios.

La furia contra esa ley, generosa tanto en editoriales como en cautelares, no fue generada por la militancia de Sabbatella, las intenciones inconfesables del kirchnerismo o la inevitable imperfección de la misma, sino por la “pretensión” de la política de ser el único instrumento para transformar la realidad.

Esa es la verdadera discusión, el resto es literatura. 

Imagen: el economista Alexander Hamilton, uno de los Padres Fundadores de los EEUU, que llevó adelante una política escandalosamente proteccionista y pretendió regular incluso la importación de whisky (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

Los ganadores de los Premios Ernesto a las Mejores Indignaciones de Peluquería 2015




Hoy presentamos los Premios Ernesto a las Mejores Indignaciones de Peluquería 2015, según lo solicitado por nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón.

Como además de ser alérgico al fructífero diálogo y al necesario consenso, el kirchnerismo es también refractario a las propias reglas que estipula, hemos asistido azorados a designaciones por parte del jurado 
de ganadores que ni siquiera figuraban en la terna. El escandaloso método tuvo sin embargo su costado virtuoso ya que las sospechas de clientelismo y prebenda que generó permitieron que Ocaña y la ex presentadora Giudici volvieran a presentar denuncias en la fiscalía de turno, como hacían de forma periódica antes del advenimiento de la revolución de la alegría.

Premio Ernesto de Oro: el indignante tuit que CFK escribió en un viaje oficial a China sobre "La Campola". Ni Atila se atrevió a tanto. Ni Atila.

Premio Ernesto de Plata: "¡Mirá lo que nos hicieron votar para sacarlos!"

Premio Ernesto de Bronce: la indignante falta de tampones a la que nos condenó la falta de diálogo y el miedo al censista.

Mención Q (Quintín): el comando venezolano-iraní con formación en Cuba libre que asesinó a Nisman y fue denunciado por van der Kooy pero nunca investigado por la fiscal Fein.

Sensible a la necesidad de reinsertarnos en el mundo luego de terminada la noche kirchnerista, el Consejo Supremo de los Premios Ernesto estableció el Premio Ernesto Internacional y lo entregó a Cher por el reclamo a CFK relacionado con el estado del oso polar de Mendoza. 

Además, sensible a las tradiciones, mantuvo el Premio Ernesto a la Trayectoria- propuesto por la Señora Bibiloni- y lo entregó a nuestro al inefable Luis Majul, periodista independiente que pasó de la nanocrítica a la alabanza desenfrenada en menos que gana un Macri. Con tanto ímpetu no descartamos que el año próximo los Premios Ernesto a las Mejores Indignaciones de Peluquería sean reemplazados por los Premios Luis a los Mejores Arrumacos Macristas.

Foto: en el Centro de Ceremonias Néstor Carlos Kirchner (aún no demolido por Hernán Lombardi) el jurado elige a la unanimidad la ya legendaria Mención Q al comando venezolano-iraní con formación en Cuba libre (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

Avance de los Premios Ernesto a las Mejores Indignaciones de Peluquería 2015






Está mal CFK cuando le impide un presupuesto a Vidal y también mal Macri cuando reforma una ley (mala sí) por DNU. ¿A donde quieren llegar?
Maravillosa Indignación ecuánime del inefable Mariano Obarrio 


Pese al colapso de nuestro Centro de Cómputos debido a las miles y miles de propuestas de nuestros miles y miles de seguidores, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, dio curso a Nagus el Magnífico para que defina la terna de los Premios Ernesto a las Mejores Indignaciones de Peluquería 2015. Un jurado de notables elegirá luego los ganadores.


Terna de nominados


Indignación internacional: el reclamo de Cher a CFK por el estado del oso polar de Mendoza.

Indignación Internacional II: la indignante carta de Mia Farrow a CFK tratándola de asesina y la indignante respuesta de CFK a Mía Farrow no aceptando serlo.

Indignación Ferroviaria: la estación de Ciudad Universitaria habría sido inaugurada por CFK y luego cerrada.

Indignación en debate: "¿En qué te han convertido Daniel? Parecés un panelista de 678."



Indignación cítrica: las políticas erradas y la soberbia de CFK generarían la extinción de las mandarinas.

Indignación Farmacity: la falta de tampones.

Indignación estival: el escándalo de la hija de Capitanich, que estando en la playa se sacó una foto en la playa. 

Indignación doble o Indignación Lucas"Destruyen el fútbol y la soja, las únicas dos cosas en las que estamos entre los mejores del mundo." 
Indignación etílica: el brindis de Fito Páez y Aníbal Fernández con un vino de 23.948.209.358.029.384 millones de dólares.


Indignación orfebre: el episodio del bastón presidencial de Pallarols.

Indignación fábrica de nietos: aparece el nieto 117 para tapar el escándalo del fraude en Tucumán y el nieto 118 justo antes del balotaje.

Indignación marcial: CFK hace el saludo militar a un niño vestido de San Martín sin tener puesto el casco reglamentario

Indignación "Es un escándalo": la falta de mate en los vuelos de Aerolíneas denunciada por Pino Solanas.

Indignación bélica: la guerra de guerrillas de CFK desde un teléfono. 

Indignación brumerang: las indignaciones de Patio Bullrich y Laurita Alonso por los DNU de CFK. 



Foto: en el Centro de Cómputos Néstor Carlos Kirchner, la Señora Bibiloni y el General modifican en tiempo real los datos que reciben, tal como lo aprendieron en una pasantía en el INDEK (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).