Grupo de autoayuda para quienes padecen ciertas molestias ante
comentarios Anti-K, o incluso descubren alguna tolerancia al peronismo.

Premios Luis a los Mejores Arrumacos Macristas 2016


Tal como lo sospechamos el año pasado, la revolución de la alegría, además de sincerar tarifas y sueldos, ha terminado con los queridos Premios Ernesto a las Mejores Indignaciones de Peluquería. En efecto, el fin del pensamiento crítico preconizado por Ale Rozitchner, dejó atrás esa viaje costumbre de indignarnos y permitió la llegada del benéfico entusiasmo, que unirá a todos los argentinos. Al menos a los entusiasmados. 

Consciente de ese cambio, la MAK ha decidido lanzar los Premios Luis a los Mejores Arrumacos Macristas 2016, una recompensa que nos parece justa pero sobre todo necesaria frente a tanto ahínco oficialista no reconocido. 

El nombre de los premios fue elegido en honor al ineludible Luis Majul, quién hace un año comparó a Mauricio Macri con Nelson Mandela, colocando la barra muy alta.

Marcos Aguinis, otro entusiasta independiente, no se dejó amedrentar y explicó que Macri es “una suerte de Konrad Adenauer que debe sacar su país de la ruina”.

Fernández Díaz, otro apasionado periodista independiente, nos explicó que los únicos amigos del presidente "están dentro del 32% al que no le alcanza para comer" (una información que nos devastó, no sabíamos que Caputo, Lopetegui o Aranguren conocieran esa terrible penuria).

Alfredo Leuco, otro analista objetivo, no quiso quedarse atrás en este año prolífico en arrumacos y lanzó perlas como: "Salieron de la locura del cepo sin que la Argentina entrara en un manicomio".

A pedido del público, y en paralelo a los Premios Luis, lanzamos otras dos condecoraciones: 

Los Premios Hiro Onoda (en honor al soldado japonés perdido en una isla del Pacífico que continuó luchando 30 años después de terminada la II Guerra Mundial) a los periodistas que todavía no se enteraron que gobierna Macri y siguen denunciando a CFK. Nico Wiñazki, Alfredo Leuco y el propio Luis Majul podrían ser candidatos a todas las ternas. 

Los Premios Fabio Zerpa al periodismo creativo, en los cuales Silvia Mercado, vieja amiga de la casa, podría llevarse algún galardón con noticias como la que anunció cuando Hebe Bonafini no se presentó a declarar ante el juez Martínez de Giorgi: "Con todo cariño les cuento que Hebe no piensa declarar en ningún lado y lugar. Ayer estuvo rodeada de agentes cubanos y venezolanos." Según algunos expertos consultados por la MAK, podría tratarse del ubicuo comando venezolano-iraní con formación en Cuba Libre.

Como la MAK es un espacio participativo, horizontal y participativo, proponemos, como ya es costumbre, que la terna de candidatos sea conformada también por nuestros lectores. 

Esperamos sus propuestas.

Foto: En el Centro de Cómputos Néstor Carlos Kirchner, una joven asistente prepara los equipos para el procesamiento de los datos referidos a los diferentes premios (cortesía Fundación LED para el desarrollo de la Fundación LED).
 

La crónica de la semana (de los riesgos del pensamiento crítico al vulcano asesino)



Columna publicada en Nueva Ciudad.

Terminamos otra semana trepidante en la que no tuvimos noticias de la lluvia de inversiones pero tampoco de la Pobreza Cero; es decir, una de cal y otra de arena. Aunque sabemos, gracias a nuestros economistas serios, que los futuros venturosos requieren de presentes calamitosos, así que no perdemos el optimismo.

Por otro lado, como explicó nuestra Vicepresidenta, “gobernar bien implica tomar medidas antipopulares”. Y en ese sentido, este gobierno viene gobernando muy bien, casi podríamos decir que lo hace cada día mejor.

En estos días supimos, esta vez gracias a nuestro Jefe de Gabinete, que "el pensamiento crítico nos aleja de la verdad”. Es una idea novedosa que tira por la borda 2.500 años de pensamiento occidental y nos enseña que Sócrates fue, al fin y al cabo, un sofista.

Luego de poner en duda el legado de la filosofía clásica, Marcos Peña denunció que “Sergio Massa es la persona menos confiable del sistema político argentino”, por votar el proyecto de modificación del impuesto a las Ganancias. Entendemos el fastidio del Jefe de Gabinete: que la oposición busque imponerle al Presidente, aún parcialmente, sus propias promesas de campaña es un gesto demagógico y poco serio.

Varios funcionarios y periodistas serios (dos profesiones que hoy cuesta diferenciar) se preguntaron como se compensaría la merma de ingresos fiscales generada por la modificación del impuesto. Saludamos esta novedosa preocupación fiscal pese a que nos hubiera gustado que apareciera antes, en el momento de decidir la eliminación de retenciones, por ejemplo, o la devaluación que disparó el dólar futuro o el pago a los holdouts; pero, como decía el general Alais: “más vale tarde que nunca”.

Luego de la media sanción del proyecto en la Cámara de Diputados, el gobierno logró ganar tiempo en el Senado presionando a los gobernadores. El látigo que en manos de CFK era una calamidad resultó ser un instrumento legítimo en manos de Macri. Al parecer, los látigos también son como el colesterol: los hay buenos y los hay francamente malos.

En todo caso, Macri prometió eliminar el impuesto a las Ganancias y no lo hizo pero prometió no devaluar y sí lo hizo. Vemos ahí la voluntad de equilibrar las promesas de campaña.

Pero no todas fueron malas noticias. El nuevo presidente del Conicet, Alejandro Ceccatto, explicó que un montón de plata de investigación se va en sueldos de investigadores, algo realmente inesperado, y concluyó que: “En un país que reconoce tener un 30% de pobres, debemos entender que estamos hablando no de un recorte sino de crecer a tasas menores de las que veníamos creciendo, que eran anormales para cualquier sistema científico del mundo”. Es una noticia realmente alentadora ya que, como cualquier economista serio lo sabe, de la pobreza se sale invirtiendo menos en investigación. Así, el día que no tengamos un sólo investigador, tendremos el PBI per capita de Noruega, aunque tal vez nunca lleguemos a saberlo ya que no tendremos investigadores para calcularlo.

Luego de la “Justicia a la Carta” de su alteza Gerardo I, emperador de Jujuy, Mariscal del Altiplano, Defensor de la Justicia y Azote de Dios, y de la “Justicia por Sospecha” que explicó nuestro Presidente en conferencia de prensa, llega la “Justicia por Consulta Popular”, una notable propuesta del massismo jujeño.

Se trata de la “CONVOCATORIA A CONSULTA POPULAR POR LA CONTINUIDAD DEL PROCESO JUDICIAL EN PRISIÓN PREVENTIVA DE LA SEÑORA MILAGRO SALA” (SIC), que incluye una pregunta que al parecer escribió Diego Capusotto: “¿Usted cree que Milagro Sala, libre, amenazará testigos, entorpecerá e impedirá que la Justicia la investigue por hechos de corrupción?”

Podríamos aprovechar y definir a través de una aplicación para celulares el castigo que se merece Milagro Sala e incluso determinar el delito que más nos guste.

Por último y como cada vez que no hay buenas noticias para anunciar, volvió el caso Nisman. Según la ex esposa del fiscal, la jueza Arroyo Salgado, “nuestros peritos de parte han determinado que Nisman fue asesinado”. Es una noticia fuerte, sólo falta que convenzan a los peritos oficiales y al juez. Pero lo más importante fue la nueva teoría aportada por la ministra Bullrich luego de mirar una serie por televisión: el comando venezolano-iraní con formación en Cuba Libre podría haber asesinado al fiscal con la ayuda de un piolín aportado por la mafia rusa. ("Una persona tira un piolín y lo hace suicidar”).

Tuvimos suerte que la serie no fuera Viaje a las Estrellas: en ese caso la ministra afirmaría que al fiscal lo asesinó un vulcano teletransportado desde el espacio.

Todo lo que quieran, pero ya no le tenemos miedo al censista.

Foto: un científico vulcano analizando un piolín ruso en una pipeta (cortesía Fundación LED para el desarrollo de la Fundación LED).
 

De denunciantes moralistas a operadores pragmáticos


Columna publicada en Nueva Ciudad.

Esta semana, a través de una columna asombrosa -aún para los estándares a los que nos tiene habituados- Joaquín Morales Solá se refirió a la encrucijada en la que se colocó el Gobierno con la detención de Milagro Sala. Allí explicó que "el delito está probado, pero no quién lo cometió”. El periodista que, desde hace un año y con puntualidad helvética, nos informa sobre la muerte política de CFK, detalla el enorme poder que esa líder difunta mantendría sobre varios organismos internacionales y sobre los otros estados miembros del Mercosur: “el cristinismo” dominaría al Secretario General de la OEA, a la CIDH y también al Parlasur aunque (todo no se puede) todavía no controlaría a Human Rights Watch

Pero lo asombroso no es ese generoso despliegue de lógica contorsionista, un hábito frecuente entre nuestros periodistas serios, sino el artículo en sí: más que una columna de opinión parece un pragmático memo interno destinado al presidente Mauricio Macri. El texto, luego de detallar los argumentos jurídicos que obligan al Estado argentino a acatar las exigencias de los diferentes organismos internacionales, concluye pidiendo que liberen a Milagro Sala. Pero no lo hace porque su prisión preventiva sea “arbitraria”, como señala el jurista Roberto Gargarella, citado en la nota, sino "para no convertirla en mártir”. Para el periodista, el episodio de la prisión preventiva de Milagro Sala que enfrenta a la Argentina con varios organismos internacionales y no gubernamentales “debería terminar con soluciones realistas.”

Recordé la furia del mismo periodista cuando el año pasado, en plena campaña electoral, salieron a la luz los contratos que la empresa de Fernando Niembro, candidato a diputado por el PRO, había tenido con el gobierno de la Ciudad. Morales Solá no fue el único periodista furioso en aquel momento: como escribí en esta misma columna, Lanata le pidió a Macri que "eche" a Niembro por la misma razón, González Oro trató de "hijos de puta" a sus contactos en el PRO por no querer darle una entrevista sobre esas contrataciones y el siempre mesurado Marcelo Longobardi pidió que "devuelvan la guita mientras se discute qué pasó con los 20 millones de pesos”.

Lo notable es que, si con esos contratos Niembro cometió un acto que justificara su renuncia, los mismos periodistas deberían haber exigido también el apartamiento de la contraparte necesaria: los funcionarios que los firmaron y le pagaron al renunciado. Es más, su responsabilidad sería mucho mayor que la de su contratista polirrubro preferido. Pero eso nunca ocurrió, el interés por el tema se desvaneció a partir de la renuncia del comentarista y ninguno de esos periodistas serios volvió a hablar de esos sospechosos contratos ni de quien los negoció.

Ocurre que la furia no tenía relación con la sospecha de un supuesto ilícito sino con el costo que su denuncia le estaba generando a la campaña de Cambiemos. Como Morales Solá frente al conflicto creciente impulsado por la prisión preventiva de Milagro Sala, Lanata y Longobardi actuaron como asesores políticos de Cambiemos, exigiendo que los responsables de la campaña se deshicieran del lastre que representaba Niembro. Hoy ocurre algo similar: la preocupación que con absoluta honestidad manifiesta Morales Solá nada tiene que ver con el respeto hacia las instituciones, los tratados internacionales o el elemental principio de presunción de inocencia o, aún menos, con esos absolutos morales con los que él y aquellos mismos periodistas serios nos agobiaron durante años. Se trata de manejar una crisis y evitar que se expanda.

Así, los medios pasaron de la denuncia moral al pragmatismo más desenfrenado. Al parecer, el problema no eran las formas rudas o las instituciones en peligro sino el proyecto político. 

¿Quién lo hubiera imaginado?

Foto: un periodista serio durante la lejana época kirchnerista, en la que todavía ese gremio se ocupaba de denunciar absolutos morales (cortesía Fundación LED para el desarrollo de la Fundación LED).

 

Sobre depredadores y depredadas


Columna publicada en Nueva Ciudad

Hace un poco más de 70 años se estrenó Luz de gas, la obra maestra de George Cukor, protagonizada por Ingrid Bergman, Charles Boyer y Joseph Cotten, un film basado en un policial victoriano que el director llevó hacia el costado más psicológico de la historia.

La película comienza con el misterioso asesinato de una célebre cantante de ópera, la tía de la joven protagonista encarnada por Bergman. Ésta, afligida, huye de Londres a Italia en donde conoce a un pianista - el personaje interpretado por Charles Boyer- con quién se casa y decide volver a vivir a la casona propiedad de su difunta tía.

La relación entre ambos pasa del idilio inicial a una dependencia patológica. El personaje de Boyer la aísla “para protegerla”. Ciertas noches, ella incluso cree percibir que la luz de la casa disminuye (es luz de gas, de ahí el título del film), algo que su marido niega y que la convence de que ha entrado a transitar un camino de locura creciente.

Algunas dudas sobre la identidad del pianista y la llegada de un detective de Scotland Yard -caracterizado por Joseph Cotten- logran salvarla de las garras de su marido y, sobre todo, permite develar el misterio: Boyer asesinó a la tía cantante para robarle unas joyas que no pudo encontrar y planeó el viaje a Italia y el posterior casamiento con su sobrina para poder seguir buscándolas en la casona familiar. Esa búsqueda en el desván durante la noche, entre los infinitos vestidos y tocados de la diva, originaba la disminución de la luz en el resto de la casa y que su mujer percibía. El personaje de Ingrid Bergman no estaba loca: la enloquecían.

Recordé esa película al leer Colombia, un largo artículo de la escritora y guionista Carolina Aguirre, publicado en la revista de La Nación. En él, Aguirre relata la relación tortuosa que tuvo con su ex novio, quién la maltrataba y a quién, sin embargo, no lograba dejar (“lo dejo una vez por semana por lo menos”). El novio pasaba del maltrato a las apasionadas declaraciones de amor eterno, de la violencia a la dulzura. Como el personaje de Ingrid Bergman, Aguirre sentía que enloquecía (“¿Estaré loca? ¿Será verdad que lo estoy haciendo sufrir así?”). Incluso su analista, a quién imagino con la cara de Charles Boyer, le explicaba que el problema era ella.

Durante un viaje a Colombia (de ahí el título de la nota) ella intenta dejarlo y él la golpea con violencia. Gracias a la seguridad del hotel, Aguirre consigue irse y, al otro día, volver a su país y a su casa. De a poco, con la ayuda de un papá que da mucho sin saber demasiado, de amigos y de una ex pareja, logra pegar los pedazos rotos y hacer lo que mejor sabe: escribir sobre lo que pasó.

Hay datos importantes que ella señala: es una mujer independiente, con recursos y, además, una persona comprometida con la causa de la violencia de género. Es decir que, además de estar bien informada, no padecía un flagelo común entre las mujeres maltratadas: la dependencia económica hacia el maltratador que les impide huir. En un primer momento se culpa por haber tolerado esa relación para luego, con lucidez, aceptar que le puede pasar a cualquiera (“¿Por qué no a mí, si le pasa a todas? ¿Tengo coronita?”). Creo que ese es el punto esencial de la columna.

Mucha gente considera que esa clase de violencia es un problema íntimo, de “a dos”. Es decir que la mujer abusada tendría responsabilidad sobre la violencia que padece. Como si poner el cuerpo fuera lo mismo que poner el puño. Es una extraña opinión que no solemos tener frente a, por ejemplo, un robo o una estafa. No decimos que pasear con un reloj caro nos haga co-responsables de su eventual robo o que quién cayó en el cuento del tío, por más que estuviera bien informado al respecto, sea otra cosa que una víctima. Las mujeres que padecen abusos no suelen contar con esas elementales prerrogativas. Al parecer, si eligen a un depredador es "porque les gusta".

Ocurre que los depredadores no son sólo eso. Suelen ser, además, tipos encantadores, amables, en apariencia sensibles, que dicen lo que sus parejas o amantes quieren escuchar y que, además, suelen elegir a personas que pasan por momentos de debilidad para, como en Luz de gas, “protegerlas”. Quién elige a un depredador no elige estar en un ring, no todo el tiempo al menos. Elige también las flores regaladas, la falsa protección y las declaraciones de amor eterno que se matizan entre golpes y descalificaciones.

Hay un extraño veneno que abunda al opinar sobre estos casos y que consiste en culpabilizar a la víctima, para que, además de recibir golpes y vejaciones, deba maltratarse por haberlos aceptado. La realidad es que no hay ninguna equivalencia entre depredadores y depredadas. Antes de levantar el dedo, entonces, deberíamos recordar que nadie acepta vejaciones, sólo las padece.
 

Próxima Cena de la MAK el jueves 8 de diciembre de 2016


ACTUALIZACIÓN: La Gerencia de Invitados Ilustres nos confirma la venida del compañero Máximo, un lujo para esta última Cena de la MAK. 

Además, queremos aclarar que no habrá radio el jueves, sino hoy, miércoles

Preocupado por la lluvia de inversiones que podría ahogar los brotes verdes, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, dio curso a la Secretaría de Guateques, Cachondeos y Cenas Show (la ya legendaria SeGuCachCe, por sus siglas en inglés) liderada por Nagus el Magnífico para que organice la próxima Gran Cena de la MAK el jueves 8 de diciembre, en honor San Teobaldo de Marliaco, abad cuya vida ejemplar lo iluminó en la suya.

Para no quitarle público al lanzamiento de la Corriente Federal Kirchnerista de la Chica que nos Gusta, que se llevará a cabo en Ferro, decidimos pasar la cena al jueves. Además, al ser un día feriado, ese cambio nos permitirá calibrar el ahínco militante de nuestros comensales.

El Menú Alegría, consistente en empanadas frozen, vino de ferretería o gaseosa tibia, sigue a $100, apenas una centésima parte de la factura de gas o media pizza. En plata no es tanto.

Quien disponga de recursos extra podrá pedir directamente al Círculo Salvavidas el plato Súper De Luxe Primera Especial, como milanesa, pechuga, ensalada y demás manjares.

El lugar es el habitual, el ya legendario Salón Dorado Horacito Rodríguez Larreta del Círculo Salvavidas, ubicado en Cabello 3958, barrio carenciado de Palermo, a las 20:00.

Por razones de seguridad nos vemos en la obligación, hoy más que nunca, de mantener el santo y seña: "¡Qué desmejorado que está Elbosnio!". El secretario Milman y un mara lo exigirán a la entrada.

Foto: en los nuevos estudios de La Radio MAK, el General, en uniforme makista, lanza un llamado a la resistencia armada. O a la siesta, lo primero que ocurra (Cortesía Fundación Led para el Desarrollo de la Fundación Led).
 

La crónica de la semana (Del Trumperonismo a la Justicia Fabio Zerpa)


Columna publicada en Nueva Ciudad.

Terminamos otra semana trepidante en la que no tuvimos noticias de la lluvia de inversiones pero tampoco de la Pobreza Cero; es decir, una de cal y otra de arena. Aunque, según varios economistas serios, los brotes verdes ya se estarían vislumbrando y podrían desarrollarse en el inminente tercer semestre.

Esta semana supimos, gracias a nuestro periodismo serio, que el triunfo de Donald Trump sería en realidad una victoria kirchnerista. Es más, según el ineludible Marcos Novaro, desapasionado analista del peronismo en general y el kirchnerismo en particular, el nuevo presidente de EEUU sería el pichón de Miguel Ángel Pichetto y de CFK e integraría junto a ellos una hasta ahora desconocida Internacional Peronista. Internacional que según otro analista desapasionado, Jorge Fernández Díaz, sería un “arrollador movimiento formado por demagogos y autoritarios, donde se anotan Maduro, Erdogan, Marine Le Pen” y, por supuesto, Vladimir Putin. Nos preocupa la ausencia de Kim Jong-un, líder supremo del peronismo norcoreano, pero imaginamos que se debe a una distracción del conocido periodista.

Que Donald Trump, quien con un discurso antipolítico promete bajar los impuestos, eliminar regulaciones estatales, terminar con el Obamacare y expulsar a los inmigrantes, sea el pichón de quién aumentó la presión fiscal a niveles escandalosos, generó regulaciones estatales que ahuyentan inversiones, destruyó la cultura del trabajo con la AUH y llenó nuestros hospitales de extranjeros, puede parecer asombroso. Ocurre que nuestros valientes analistas políticos no temen enfrentarse a ninguna dictadura, empezando por la de la lógica.

Eso pasa también con otros periodistas serios como Jorge Lanata, que hace unas semanas denunciaba junto a Maximiliano Montenegro la invasión de colombianos en nuestras facultades y hoy lamenta la expulsión de mexicanos por parte de Trump, a quién, también, ve parecido a CFK. La lógica contorsionista es pandémica.

Al parecer, el kirchnerismo, hasta no hace mucho oriundo del marxismo, chavista, nazi, estalinista, menemista e incluso afín al terrorismo islamista, ahora también sería como Donald Trump. El kirchnerismo es El Aleph.

En estos días también supimos que nuestra Justicia Fabio Zerpa confirmó el procesamiento de CFK por la causa del dólar futuro. Que una decisión de política económica sea judicializada puede parecer insólito, pero que la Cámara Federal tome como referencia el “dólar Blue”, es decir, un delito tipificado como tal por la ley penal cambiaria (ley 19.359) es algo realmente asombroso, aún para los estándares generosos de nuestra justicia federal. En todo caso, no quisiéramos estar en los zapatos de Macri, Cabrera, Sturzenegger o el propio juez Bonadío. Si establecer la operación del dólar futuro constituye un delito, no queremos ni pensar lo que significará haber tomado la decisión de devaluar, fijar el valor del dólar y por último, pagarle a los beneficiarios, incluyendo a miembros del propio gobierno. Dura lex, sed lex.

También supimos que una nueva denuncia complica a CFK: su tatarabuelo podría haber estado involucrado en el escándalo del canal de Panamá, en 1888. El fiscal Marijuan ya habría empezado a excavar el canal, escoltado por nuestro embajador Miguel Del Sel. Para pensar.

Por último, leímos que la asociación de juristas radicales “La Carlos Nino” festejó los primeros 300 días de prisión preventiva de Milagro Sala con una mesa redonda sobre “presunción de inocencia y otros abusos del derecho”. Por su parte, Gerardo I, emperador de Jujuy, mariscal del Altiplano, protector de la Justicia y azote de Dios se habría comprometido a acuñar una moneda conmemorativa con la ya famosa frase "No voy a liberar a esa señora”. Como prueba de buena voluntad y con el auspicio del ministerio de Trabajo de la Nación, Su Alteza ofreció a los miembros de la Tupac Amaru puestos de trabajo en el Ingenio Ledesma bajo la relanzada modalidad del yanaconazgo.

Todo lo que quieran, pero ya no le tenemos miedo al censista.


Foto: Benito Mussolini, líder kirchnerista, conversa con el líder kirchnerista Adolf Hitler durante un desfile de la Internacional Peronista (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

La crónica de la semana (del voto electrónico al partido de la bronca)


Columna publicada en Nueva Ciudad.


Terminamos otra semana trepidante en la que no tuvimos noticias de la lluvia de inversiones pero tampoco de la Pobreza Cero; es decir, una de cal y otra de arena. Aunque, según varios economistas serios, terminaremos el año con una inflación menor a la del 2015, lo que transformaría a las anoréxicas paritarias de este año en grandes éxitos para el poder adquisitivo de los trabajadores. Como ocurre con la curación por las gemas, es sólo cuestión de creer.

Esta semana, la Cámara de Diputados dio media sanción al voto electrónico, una extraña solución en busca de un problema. Para limitar el riesgo de fraude llevado a cabo de forma rudimentaria por punteros dispersos en el territorio, la solución sería concentrar ese riesgo en una sola empresa privada que nadie controla y cuyos accionistas desconocemos. Y, sobre todo, que ofrece un sistema vulnerable, como quedó demostrado en las elecciones a Jefe de Gobierno porteño del 2015, cuando se implementó la boleta única electrónica. La del voto electrónico es una extraña modernidad que la modernidad rechaza o simplemente ignora. Holanda dejó de usarlo en 2008, Alemania lo declaró inconstitucional en 2009 y en Brasil, el secreto de las urnas fue vulnerado por expertos en seguridad informática. Pero, como bien explicó el ineludible diputado Pablo Tonelli, el nuestro será un sistema infalible, así que no hay de qué preocuparnos. Google, Yahoo e incluso Twitter, víctimas de hackeos recientes, deberían aprender de nuestra infalibilidad.

La paradoja de esta historia es que el voto electrónico sí se utiliza en Venezuela, no sin sospechas de fraude. El kirchnerismo nos llevaba a ser Venezuela; Cambiemos, al parecer, lo conseguirá.

Inspirada por una pasión que no cesa, Margarita Stolbizer anunció que busca representar “la bronca contra CFK”, es decir que sin asumirse como oficialista propone representar a quienes estén enojados con la oposición, una tarea que no parece simple. En todo caso, es un dato alentador para los simpatizantes de la ex presidenta: tomando en cuenta el caudal de votos subtrotsko obtenido por Stolbizer en las elecciones del año pasado (2,51%), la bronca hacia CFK no sería mucha. Luego de haber firmado junto a Cambiemos y el Frente Renovador el dictamen para desplazar a la procuradora Gils Carbó -y apenas la Mentalista Carrió manifestó su disconformidad- la flamante titular del partido de la bronca selectiva denunció la maniobra explicando que “lo peor del macrismo es cuando hace kirchnerismo”. Tal vez la misión del stolbicismo sea esa: ayudar junto al massismo a que el macrismo haga kirchnerismo para poder seguir denunciando al kirchnerismo. Los caminos de la bronca selectiva son como los designios del Señor, inescrutables.

Al parecer, la procuradora no sería lo suficientemente independiente del gobierno y por eso intentan desplazarla. Tal vez el presidente Mauricio Macri busque a alguien realmente independiente como Martín Ocampo, actual ministro de Justicia de la CABA, quien fuera jefe de los fiscales de la CABA luego de ser abogado de Daniel Angelici, padrino de su hijo y ex legislador del PRO. “Cuando busco un padrino para mi hijo o un jefe de fiscales para Mauricio, siempre elijo a alguien bien independiente”, habría explicado el conocido dirigente boquense y operador judicial del presidente.

Esta semana salieron a la luz algunas escuchas del incansable fiscal excavador Guillermo Marijuanque pondrían en duda su imparcialidad hacia CFK. Pero, gracias a los medios serios, supimos que así como la escucha ilegal a un kirchnerista es un "testimonio invaluable” (como la del canciller Héctor Timerman, cuya legitimidad era tal que podía justificar el relanzamiento de la denuncia de Nisman), una escucha ilegal realizada a un antikirchnerista es una "invasión a la privacidad”, por lo que deberíamos descartar la de Marijuan. Las escuchas son como el colesterol, las hay buenas y las hay francamente malas.

En estos días también supimos, gracias a nuestro presidente, que "hoy Aerolíneas Argentinas nos cuesta dos jardines de infantes por semana”. Es extraño, no recuerdo que el Estado construyera esos dos jardines por semana cuando no gastábamos esa plata en la línea de bandera. Pero lo más asombroso es que el presidente no nos diga cuantos jardines se podrían construir con erogaciones mucho mayores, como las retenciones que el Estado dejó de percibir o los miles de millones de dólares que la Argentina le pagó a los Fondos Buitre. Ocurre que hay decisiones que se miden en jardines o AUH (como Fútbol Para Todos, por ejemplo) y otras que son tan beneficiosas que no requieren medida alguna.

Por último, leímos que el presidente enviará un proyecto para limitar los juicios laborales. Tiene razón, hay que terminar con la industria de los que se dejan cortar un brazo o una pierna para luego vivir como reyes o, mejor, como presos o planeros. Además, como lo sabe cualquier economista serio, reducir los sueldos y limitar la protección a los trabajadores como en Burundi es la forma más rápida de conseguir inversiones como en Alemania.

Todo lo que quieran, pero ya no le tenemos miedo al censista.


Foto: nativos congoleses experimentando las ventajas del trabajo en equipo y los salarios bajos para incentivar el desarrollo (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED)
 

Próxima Cena de la MAK el miércoles 2 de noviembre



Preocupado por la injerencia de la ONU en nuestros asuntos internos y la persecución del gobernador Morales por encarcelar distinto, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, dio curso a la Secretaría de Guateques, Bar Mitzvah y Cenas Show (la ya legendaria SeGuBarCe, por sus siglas en inglés) liderada por Nagus el Magnífico para que organice la próxima Gran Cena de la MAK el miércoles 2 de noviembre, en honor Santa Winefrida de Holywell
, virgen cuya vida ejemplar lo iluminó en la suya.

La Gerencia de Invitados Ilustres (la célebre GIL por sus siglas en inglés) volvió a brillar y con prebendsa y clientelismo consiguió la mayor densidad de economistas heterodoxos por m2 desde la última charla de Varoufakis: los amigos Delfina Rossi, Sergio Woyecheszen y Andrés Tavosnanska, acompañados por nuestro padrino económico, el gran Arnaldo Bocco

El Menú Alegría, consistente en empanadas frozen, vino de ferretería o gaseosa tibia, sigue a $100, apenas una centésima parte de la factura de gas. En plata no es tanto.

Quien disponga de recursos extra podrá pedir directamente al Círculo Salvavidas el plato Súper De Luxe Primera Especial, como milanesa, pechuga, ensalada y demás manjares.

El lugar es el habitual, el ya legendario Salón Dorado Horacito Rodríguez Larreta del Círculo Salvavidas, ubicado en Cabello 3958, barrio carenciado de Palermo, a las 20:00.

A partir de las 19:00 estaremos transmitiendo en el mismo lugar La Radio MAK, los esperamos.

Por razones de seguridad nos vemos en la obligación, hoy más que nunca, de mantener el santo y seña: "¡Qué desmejorado que está Elbosnio!". La ministra Bullrich, en uniforme de fajina, lo exigirá a la entrada.

Foto:
 en el último Congreso de Actualización Doctrinaria de la MAK, el General brinda con sidra Presidente Néstor Carlos Kirchner  (Cortesía Fundación Led para el Desarrollo de la Fundación Led).
 

El pensamiento abichado



Columna publicada en Nueva Ciudad.

Como escribí en esta misma columna hace unos meses atrás, el pensamiento reaccionario suele basarse en una serie de falacias simples que nunca tienen descanso, de ahí la necesidad de retomar el tema hoy, luego de una nueva avanzada a cargo del periodismo serio.

Los amantes del pensamiento reaccionario son críticos con las iniciativas que mejoran el presente porque “pan para hoy y hambre para mañana”, y prefieren a los gobiernos serios porque usan un mucho más expedito “hambre para hoy”.
También se obnubilan con el axioma que estipula que “antes de repartir riqueza, hay que generarla”, como si pudiera existir un tiempo 0 en el que no hubiese riqueza alguna para repartir.

Estas ideas son falsas pero lo suficientemente atractivas como para ser presentadas como verdades bíblicas, merecedoras de ser repetidas como letanías. Entre ellas hay algunas que, además de ser falsas, tienen la particularidad de incluir una visión mezquina de quien las profesa. Como el librecambismo criollo -doctrina que consiste en apoyar cualquier proteccionismo siempre que sea foráneo- esas ideas descreen de cualquier virtud o grandeza local. Forman parte del pensamiento abichado, un pensamiento miedoso, bobo, carente de generosidad pero, sobre todo, de ambición.

Hace unos días, en un informe titulado “Argentina, país generoso”, Jorge Lanata y Maximiliano Montenegro contabilizaron los “gastos” que generan los alumnos extranjeros inscriptos en la UBA y, retomando una letanía habitual, detallaron el número de extranjeros que se atienden en los hospitales públicos bonaerenses. Con gesto adusto, ambos periodistas repitieron cifras, porcentajes y estimaciones propias, sin ningún contexto ni escala de comparación que permitiera analizarlas, ya que el objetivo no era articular algún tipo de pensamiento sino indignar al indignado y confirmar la veracidad del título del informe: los extranjeros abusan de nuestra generosidad. La solución a ese abuso consistiría, según Lanata, en “plantear una compensación de Estado a Estado. Es injusto para todos los que pagamos impuestos que un pibe de clase de media de Colombia venga a estudiar a la universidad cuando podría pagarla en Bogotá”.

No deja de ser paradójico que los nietos de esa “chusma ultramarina” que tanto denunció Leopoldo Lugones hace cien años, se encarguen hoy de perseguir a la nueva chusma venida de los países vecinos. Pero lo más asombroso es el pensamiento abichado que emerge del informe. No sólo porque contabiliza el supuesto “gasto” que nos genera cada estudiante sin incluir lo que aporta (gasto en alquiler de vivienda, consumo de alimentos, ropa, libros, turismo, pago de impuestos), sino porque parte de un razonamiento erróneo al hacer creer que a esos alumnos les “corresponde” un gasto específico, cuando en realidad, el presupuesto de la UBA no se reduciría ni un centavo, aún en el delirante caso en el que los expulsáramos a todos. De la misma forma, porque estudien acá no quitan ni desplazan a estudiantes argentinos dado que no hay cupos, como algunos quieren hacer creer.

La miserabilidad de este tipo de informes, panfletos del pensamiento abichado, radica en que ocultan que una red regional de profesionales formados en el país es una enorme ventaja para la Argentina, algo elemental que los países que tanto admiran Lanata o Montenegro han comprendido hace décadas.

La Fundación Ford, la Alianza Francesa o el Instituto Goethe, por ejemplo, gastan fortunas para hacer eso que tanto indigna a nuestros periodistas: formar estudiantes y profesionales extranjeros. Esa relación no solo genera “gasto” sino conocimiento, redes de contactos con futuros profesionales, empresarios o políticos, interacción con empresas locales, afinidades con el país y todas las ventajas relacionadas a la llamada “hegemonía blanda”.

Hace más de cien años que los inmigrantes son vagos, sucios, apestados y, además de no querer trabajar, vienen a robar nuestro trabajo. El elegante Santiago de Estrada escribía en aquella época que los conventillos eran una “lepra moral” y los extranjeros que los habitaban unos “miserables, egoístas, sin fuerzas para el bien”.

Por eso, como antídoto al pensamiento abichado de hoy y de siempre, conviene releer lo que escribieron hace 163 años unos tipos con mucha generosidad pero, sobre todo, mucha ambición: “…asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

Foto: los abuelos de Lanata y Montenegro, mientras venían junto a otros vagos a robar el pan de este país generoso (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

La crónica de la semana (de pobreza 0 a pobreza 100)




Columna publicada en Nueva Ciudad.

Promediamos otra semana trepidante en la que no tuvimos noticias de la lluvia de inversiones pero tampoco de la Pobreza Cero; es decir, una de cal y otra de arena. Por otro lado, el nivel de reservas del Central o el aumento del déficit, variables que tanto atormentaban a nuestros economistas serios hasta no hace mucho, hoy ya no parecen preocuparles. Ocurre que, como pasó con muchos, ellos también cambiaron.

Al presentar las nuevas estadísticas del INDEC, según las cuales 112,2% de la población estaría por debajo de la línea de pobreza (y eso, sin proyectar indecisos), el presidente Mauricio Macri se comprometió a reducir ese índice al menos hasta el 100%, “de acá al 2020”, lanzando así un nuevo y ambicioso proyecto: Pobreza 100. Ocurre que así como los desempleados estaban ocultos detrás del empleo y la recesión detrás del crecimiento, los pobres estaban escondidos detrás del consumo desbocado y los subsidios insostenibles. En el mismo acto, el presidente explicó que sólo aceptará que se juzgue su gestión a partir de ahora. Lo entendemos, ¿quién querría hacerse cargo de estos primeros meses de gobierno?

Al parecer, los kirchneristas no sólo mintieron sobre las estadísticas de la pobreza sino también sobre las del crecimiento, pero, asombrosamente, lo habrían hecho hacia abajo: ocultaron que el país creció mucho más de lo que dijeron para poder llevarse un PBI, o incluso dos, y ocultarlo en bolsos, monasterios y dragones.

Inspirado por la revolución de la alegría, el periodista Mariano Obarrio propuso que vuelva el servicio militar obligatorio que tantas alegrías generó, siempre y cuando uno tomara la precaución de no ser homosexual, negro o judío. En todo caso, creemos que la necesaria discusión por la vuelta de la colimba no debe posponer el debate urgente por la vuelta del yanaconazgo.

Por su parte, el ineludible Alejandro Rozitchner, incansable activista de la alegría oficialista, dio su visión sobre la larga noche kirchnerista: "la sociedad recibía inyecciones de plata de manera insostenible". Creemos que estas siniestras inyecciones podrían estar detrás del genocidio social que denunció Margarita Stolbizer. El fiscal Marijuan debería investigar o al menos empezar a excavar.

Esta semana también supimos, gracias al ministro Alfonso Prat Gay, que “cada gremio sabrá hasta dónde arriesgar empleos a cambio de salarios”. Los asalariados pasaron del miedo a pagar Ganancias a tener que elegir entre ganar menos o simplemente dejar de ganar. Eso nos hizo recordar cuando el presidente de FIAT Cristiano Rattazzi se quejaba porque los sueldos subían y el dirigente del PO Néstor Pitrola denunciaba que bajaban, pero ambos acordaban en lo esencial: CFK era lo peor.

Esta fue otra semana de algarabía mediática hacia el oficialismo y de nuevas denuncias hacia el gobierno anterior. Ocurre que bajo la implacable censura K, los medios sólo podían tratar a CFK de chorra, asesina o bipolar mientras que hoy pueden elogiar a Macri sin miedo. Como explicó el jefe de gabinete Marcos Peña al eliminar la Ley de Medios en su primer acto de gobierno: “Hoy se termina la guerra del Estado contra el periodismo”. Al parecer, el Estado capituló.

Por estos días también pudimos leer que el gobierno festejará con bombos y platillos si en diciembre logra llegar a la misma inflación que le dejó el ministro oriundo del marxismo Axel Kicillof; es decir, esa inflación que el año pasado nos llevaba hacia el abismo sería este año sinónimo de seriedad y control de las variables macroeconómicas. Vendrá acompañada de más más pobreza, más deuda, más desempleo y más déficit, es cierto, pero también de más diálogo y coso, y eso es lo que importa. Además, como explicó el ministro Prat Gay, "¿en qué libro de texto dice que hay que bajar el déficit en una recesión?", El déficit era nuestro mayor problema, incluso para Prat Gay, pero eso era hace mucho, como 9 meses. Nuestra realidad es trepidante.

Para coronar la semana, Margarita Barrientos exigió terminar con “los planes” ya que destruirían la cultura del trabajo. Más allá de que ya casi no existen por haber sido reemplazados por la AUH, no podemos negar que así como estatizar el pasivo de una empresa es "inyectar liquidez en el sistema", otorgar un plan social es "destruir la cultura del trabajo”. Ocurre que un rico, aunque reciba una enorme cantidad de recursos públicos, nunca pierde la cultura del trabajo, mientras que un pobre la pierde con una AUH. No olvidemos que la Argentina era ese país extraño en el que con un trabajo no alcanzaba para vivir pero con un plan alcanzaba para no trabajar.

Todo lo que quieran, pero ya no le tenemos miedo al censista.

Foto: ciudadanos reconstruyendo la cultura del trabajo, devastada por años de bajo desempleo y sueldos altos (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

Periodismo de ocupación


Columna publicada en Nueva Ciudad.

La primera vez que escuché hablar de un comando iraní relacionado con la muerte del fiscal Nisman fue a través de una de las tantas denuncias efectuadas por la Mentalista Carrió. En la misma señalaba: “Según información que intenté constatar por diferentes medios (SIC), existieron reuniones entre diplomáticos sirios y/o iraníes, que viajaron en los días de la muerte del fiscal Nisman en la empresa Buquebus, pudiendo los mismos ser agentes de inteligencia de esos países” y concluyendo que no se podía descartar que “hayan participado de la muerte violenta del fiscal Nisman”.

Poco tiempo después, Eduardo van der Kooy escribió en Clarín: “En ámbitos de inteligencia, policiales y diplomáticos otra especulación parece tomar cuerpo. ¿Cuál sería? La de que un comando venezolano-iraní (con adiestramiento cubano) podría haberse cobrado la vida del fiscal.” Al comando iraní inicial se le había sumado una componente venezolana y un imprescindible adiestramiento cubano. No descartamos la utilización de armas norcoreanas aportadas por terroristas libios entrenados por las FARC, aunque el célebre columnista no lo mencione.

Como señala Raúl Kollmann, “la fiscal Fein (a cargo de la investigación de la muerte de Nisman) pidió todas las listas de pasajeros de aquel fin de semana y no aparece ni uno solo originario de Irán o de otros países de Medio Oriente”. Por otro lado: “nadie vio entrar o salir a nadie del edificio, no aparece ninguna persona entrando al departamento ni entrando ni saliendo del baño en el que se produjo la muerte. La junta médica de 17 forenses sostuvo que no hay evidencia de homicidio y la junta de criminalistas fue aún más contundente: sostuvo que no había ninguna otra persona en el baño en el momento de la muerte.”

Un año después de haber declarado que no sabía nada sobre la muerte de Nisman, con quién trabajó de manera estrecha durante años (y a quién no le contestó los llamados el fin de semana de su muerte), el ex espía Jaime Stiuso tuvo una sospecha súbita, una especie de satori, que lo llevó a reflotar al comando venezolano-iraní. Como la Mentalista Carrió, tampoco creyó necesario acompañar sus dichos con alguna prueba. "No aportó nada relevante ni decisivo a la causa", concluyó luego la jueza Fabiana Palmaghini.

Siete meses después de esas declaraciones, los editores de Clarín decidieron dedicarles sorpresivamente la tapa del diario. Al comando venezolano-iraní con formación cubana se sumaron misteriosos “espías K”, el general César Milani, Fernando Esteche, Luis D´Elía, el ex agregado cultural de la embajada iraní y por supuesto, CFK. Al parecer, para eliminar a un fiscal que ya había presentado la denuncia que tanto temía, CFK coordinó los servicios secretos de cuatro países bajo la órbita de un general, un político sin cargo alguno, el líder de un grupúsculo de izquierda y un ex funcionario iraní con pedido de captura internacional. Logró, además, que esa Armada Brancaleone no fuera vista por nadie ni dejara rastro alguno. Es una hipótesis asombrosa, aún para los estándares generosos del periodismo de guerra (ese que, según Julio Blanck, habría terminado con el fin de la etapa kirchnerista).

Ese mismo día, Hernán Iglesias Illia, Coordinador de Comunicación Estratégica de Jefatura de Gabinete (SIC) explicó que “ya no quedan periodistas oficialistas” y aportó un argumento irrefutable: “ninguno se define como tal”.

Tal vez Julio Blanck y el joven funcionario tengan razón y ya no haya periodistas oficialistas- pese a su desbordante entusiasmo oficialista- y las operaciones a cielo abierto que lanzan en conjunto, y ya sin pudor, la Justicia federal, los servicios y los medios no decanten en un periodismo de guerra.

Tal vez lo que hoy estemos viviendo sea el siguiente paso: el periodismo de ocupación.


Foto: La imagen del comando venezolano-iraní con formación en Cuba Libre y armas norcoreanas ensambladas en Libia por las FARC podría ser apócrifa (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).


 

Próxima Cena de la MAK, el miércoles 5 de octubre de 2016


Preocupado por saber quién se hará cargo de los primeros 9 meses de gobierno de Macri, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, dio curso a la Secretaría de Guateques, Fiestas de 15 y Rock & Roll Acrobático (la ya legendaria SeGuFiRo, por sus siglas en inglés) liderada por Nagus el Magnífico para que organice la próxima Gran Cena de la MAK el miércoles 5 de octubre, en honor a San Meinulfo de Paderborn, diácono cuya vida ejemplar lo iluminó en la suya.

La Gerencia de Invitados Ilustres (la célebre GIL por sus siglas en inglés) volvió a brillar: con clásicas mentiras K y la complicidad de la amiga GEM y de Mariano Pinedo, logró convencer al compañero Paco Durañona, intendente de San Antonio de Areco.

El Menú Alegría, consistente en empanadas frozen, vino de ferretería o gaseosa tibia, 
sigue a $100, apenas una centésima parte de la factura de gas, esa cuyo aumento fue frenado por el ex oficial montonero de 9 años, el juez Miguel Vaca Narvaja. 

Quien disponga de recursos extra podrá pedir directamente al Círculo Salvavidas el plato Súper De Luxe Primera Especial, como milanesa, pechuga, ensalada y demás manjares.

El lugar es el habitual, el ya legendario Salón Dorado Horacito Rodríguez Larreta del Círculo Salvavidas, ubicado en Cabello 3958, barrio carenciado de Palermo, a las 20:00. 

A partir de las 19:00 estaremos transmitiendo en el mismo lugar La Radio MAK, los esperamos.

Por razones de seguridad nos vemos en la obligación, hoy más que nunca, de mantener el santo y seña: "¡Qué desmejorado que está Elbosnio!". El secretario Gerardo Milman, junto a un mara con tatuajes que hace signos con la mano, lo exigirá a la entrada.


Foto: el General llega al último Congreso de Actualización Doctrinaria de la MAK en nestoreta, vehículo fabricado por el INVAP con la plata de los jubilados (Cortesía Fundación Led para el Desarrollo de la Fundación Led).
 

La crónica de la semana: de maras, Bela Lugosis y sueldos confortables


Promediamos otra semana trepidante en la que no tuvimos noticias de la lluvia de inversiones pero tampoco de la Pobreza Cero; es decir, una de cal y otra de arena. Según nuestros economistas serios, estamos mucho mejor de lo que pensamos y en eso debemos confesar que hemos dado un gran paso hacia delante: hace tan solo nueve meses esos mismos economistas serios sostenían que estábamos mucho peor de lo que creíamos. Además, en aquella época lejana, éramos víctimas de la impericia del gobierno, mientras que ahora sólo padecemos condiciones externas poco favorables. Cambiamos.

Fueron días asombros en los que todavía resuenan las notables recomendaciones del secretario de Seguridad Interior Gerardo Milman, no para cazar pokemones sino para detectar maras: hay que estar atentos a los tatuajes y los peinados excéntricos. Esas simples directivas habrían permitido arrestar a casi 50 jugadores de fútbol y otros tantos estudiantes de artes del circo. Para no ser menos que su subordinado, la ministra Bullrich apresó a un terrorista libanés que no sería libanés ni tampoco terrorista pero sí estaría apresado. Por su parte, el secretario Burzaco alertó sobre“argentinos formados en ISIS” pero luego lo desmintió. Las acechanzas del mundo son temibles y aunque por ahora el único encarcelado sea un tuitero adolescente, debemos confesar que nos sentimos más seguros. Como gesto de eficiencia, el ministerio de Seguridad prepararía un cronograma de arrestos fallidos para que podamos burlarnos de manera ordenada.

Esta semana también supimos gracias al jefe de gabinete Marcos Peña que no hay recesión, y gracias al ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay que, además, es heredada. Es una situación similar a la de los despidos que iban a cesar y, según el ministro de Modernización (SIC) Andrés Ibarra, “no serán tantos”.

De la misma forma, para el ministro de Producción Francisco Cabrera, los empresarios no son responsables de la inflación mientras que su colega Prat Gay propone un acuerdo con esos mismos empresarios para controlarla.

En realidad, la del gobierno de Cambiemos es la famosa política de Schrödinger, es y no es a la vez.

Muchos recordamos con cierta nostalgia la época en la que las imputaciones y allanamientos al vicepresidente eran dramas morales inaceptables. Hoy eso cambió, por lo que el periodismo serio no se indignó por los allanamientos a la fundación de Gabriela Michetti ni por su imputación. Incluso una política intachable como Margarita Stolbizer explicó que no se puede comparar con las sospechas sobre el gobierno anterior. Es cierto que Michetti puede ser acusada de muchas cosas pero no de ser kirchnerista.

"Hoy estamos mucho mejor que hace un año”, concluyó Stolbizer. Consideramos que seguir negándole una subdirección de algo o un consulado es no sólo injusto sino también contrario a la meritocracia tan proclamada por el gobierno.

Por estos días también pudimos leer una solicitada firmada por las fuerzas vivas del país, exigiendo la remoción del juez Rafecas. El almirante Rojas lamentó no poder firmar el documento "por razones de público conocimiento" pero Freddy Krueger y Bela Lugosi enviaron una participación. También firmó Pilar Rahola, la ISO 9001 de la bobería reaccionaria. Lo más extraño es que la razón del pedido es el fallo del juez sobre la denuncia de Nisman, que fue ratificado por la Cámara Federal y el caso archivado por una sala de Casación. Es decir que no sólo Rafecas debería ser apartado. Algunos mal pensados sostienen que se trata de un apriete a los camaristas Ballestero y Freiler,que citaron a una audiencia para analizar el pedido de reapertura de la denuncia de Nisman, pero esos son detalles leguleyos, lo importante es que los firmantes ya tienen a la culpable y sólo reclaman un juez idóneo que la condene.

Para coronar la semana y en otra muestra de independencia de los medios, Carlos Pagni se enojó con Daniel Arroyo, político del Frente Renovador, por criticar las políticas del gobierno pese a haber sido nombrado en el directorio del Banco Provincia “con un sueldo confortable”. Al parecer, para el célebre columnista, un puesto de director de un banco estatal debería canjearse por silencio.

Todo lo que quieran, pero ya no le tenemos miedo al censista.

Foto: En el Centro de Cómputos de la MAK, Mabel y la Señora Bibiloni entran los datos de las maras venezolano-iraníes con formación en Cuba Libre (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

El genocidio de la lógica



Columna publicada en Nueva Ciudad.

En mayo del 2003, unos días antes de que Néstor Kirchner asumiera como presidente, Claudio Escribano escribió en La Nación “la Argentina ha resuelto darse gobierno por un año”. El vaticinio erró por once años pero el tono de la nota fue premonitorio. A partir de la primera presidencia de CFK, los medios opositores optaron por un periodismo de guerra con ese mismo enojo y desprecio y el mismo anuncio de apocalipsis inminentes, aunque siempre esquivos. 

Para Marcos Aguinis, por ejemplo, CFK era peor que Hitler; para otros era peor que Stalin, Mussolini o Pol Pot. Los diagnósticos podían divergir, por ejemplo que el exceso de Estado ahogaba la iniciativa privada o, al contrario, que su ausencia dejaba a la ciudadanía a la intemperie; pero la causa era la misma: el autoritarismo de un gobierno desbocado. El análisis político fue reemplazado por la furia moralista. Ya no importaban las iniciativas del gobierno y sus consecuencias sino sus intenciones, siempre satánicas. Las denuncias de corrupción fueron la amalgama que logró dar una cierta coherencia a críticas muchas veces contradictorias.

Los políticos opositores optaron o se vieron forzados a retomar ese tono apocalíptico a cambio de visibilidad mediática. Así, algunos que criticaron durante años el freno a los juicios por crímenes de lesa humanidad durante la Dictadura, no apoyaron su relanzamiento ("El kirchnerismo ensucia todo lo que toca" explicó el diputado Luis Zamora, quién votó en contra de las leyes de impunidad que siempre había denunciado para no votar junto a los kirchneristas). El radicalismo, que solía denunciar la estafa legal de las AFJP, se opuso a su eliminación por las malas intenciones que detectaba en CFK.

Luego de descubrir con asombro que Néstor Kirchner no era Camilo Cienfuegos, Libres del Sur se distanció del FPV y formó alianzas con la UCR y la Coalición Cívica, hoy socios de Cambiemos. El mínimo común denominador de esas miradas políticas divergentes era el antikirchnerismo y su corolario necesario: la bomba a punto de estallar. El modelo kirchnerista tal vez ofrecía un presente pasable pero no era sustentable en el tiempo y más temprano que tarde el país volaría por el aire, víctima de la corrupción y el autoritarismo.

Pero la bomba nunca estalló.

Con el kirchnerismo en la oposición la letanía tuvo que cambiar. Ya no se trata de anunciar un futuro calamitoso sino de explicar que el pasado fue en realidad atroz. La honestidad brutal de un González Fraga ("le hicieron creer a un empleado medio que su sueldo medio servía para comprar celulares, plasmas, autos, motos e irse al exterior. Eso era una ilusión. Eso no era normal") ya no alcanza.Margarita Stolbizer, una extraña diputada opositora que se opone más a la presidenta anterior que al actual, denunció el “genocidio social” que dejó el kirchnerismo. Al parecer, a la vez que ofrecía a las mayorías un poder adquisitivo tan alto como ilusorio, CFK las exterminaba.

Que ningún indicador social corrobore la afiebrada afirmación de la diputada no tiene importancia. El objetivo es apuntalar el enojo y el desprecio que ya desbordaban de la columna de Escribano, aunque sea a costa del genocidio de la lógica. Ese es el cemento del antikirchnerismo que permitió, por ejemplo, que el trotskista Néstor Pitrola criticara a CFK porque los sueldos bajaban y que Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat, la denuciara porque subían, pero que ambos acordaran en lo esencial: CFK era lo peor. No hay nada nuevo en eso, el cemento del antiperonismo permitió que en un mismo frente convergieran los socialistas a quienes Perón les había "robado" las leyes laborales junto a los conservadores que las detestaban y que todos apoyaran un golpe para defender las instituciones.

Así como la primera víctima del periodismo de guerra es el lector la primera víctima del genocidio de la lógica es la política.

Foto: dispositivo para eludir los fastidios de la lógica (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
 

Próxima cena de la MAK el miércoles 7 de septiembre de 2016


Preocupado por la proliferación de maras y la negativa del fantasma de Cristina a permitir la llegada de inversiones, nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, dio curso a la Secretaría de Guateques, Cha Cha Cha y Disco, Baby, Disco (la ya legendaria SeGuChaDis, por sus siglas en inglés) liderada por Nagus el Magnífico para que organice la próxima Gran Cena de la MAK el miércoles 7 de septiembre, en honor a San Hilduardo de Flandes, mártir cuya vida ejemplar lo iluminó en la suya.

La Gerencia de Invitados Ilustres (la célebre GIL por sus siglas en inglés) decidió brillar por una vez e invitó a la compañera Silvina Batakis. Asombrosamente, ella aceptó.

En honor al amigo Miguel "Tu tu tu" Braun, hemos decidido mantener el precio del Menú Alegría por cuarta vez consecutiva. Como dijo el imaginativo Prat Gay, la inflación ya no es un problema, así que por tan solo $100 se podrá comer empanadas frozen y vino de ferretería tibio o gaseosa sin gas. Los gustos nos los damos en vida.

Quien disponga de recursos extra podrá pedir directamente al Círculo Salvavidas el plato Súper De Luxe Primera Especial, como milanesa, pechuga, ensalada y demás manjares.

El lugar es el habitual, el ya legendario Salón Dorado Horacito Rodríguez Larreta del Círculo Salvavidas, ubicado en Cabello 3958, barrio carenciado de Palermo, a las 20:00. 

De 19:00 a 20:00 estaremos transmitiendo la Radio MAK en el mismo lugar, con rifas, sorteos, carreras de hamsters, cursos de crealina, clases de rikudim y muchas sorpresas más.

Por razones de seguridad nos vemos en la obligación, hoy más que nunca, de mantener el santo y seña: "¡Qué desmejorado que está Elbosnio!". El Rincón de Milman lo exigirá en la entrada.

Foto: en el último Congreso de Actualización Doctrinaria de la MAK, el General (en el centro, con anteojos) enseña a los nuevos reclutas a amenazar oficialistas (Cortesía Fundación Led para el Desarrollo de la Fundación Led).
 

Periodismo de guerra





Columna publicada en Nueva Ciudad.

“¿Hicimos periodismo de guerra? Sí, y eso es mal periodismo.”
Julio Blanck, editor jefe del diario Clarín, en entrevista publicada en julio 2016.


Hace unos años, en el diario La Nación, el periodista Gabriel Levinas hizo público un plan maquiavélico del por entonces gobierno kirchnerista para dominar al electorado. El plan, que le fue revelado por un informante anónimo, buscaba dividir a la sociedad “entre los domesticados de primera y los de segunda”. Los primeros, las capas medias y altas, serían amedrentados a través de un sofisticado sistema de control: “Denuncias policiales, movimientos de las tarjetas de crédito, las bases de datos de la tarjeta SUBE, los datos biométricos de las fronteras, todos los mails que se puedan conseguir y hackear, y por supuesto, la información de la AFIP”. Las clases bajas, más rudimentarias, serían mantenidas vivas “al menor costo, procurando que la falta de nutrientes siga causando estragos en sus mentes y sólo sobrevivan para las elecciones, en las que indudablemente votarán por el Gobierno”.

Finalmente, el plan falló ya que, según explicó el informante, los qom mostraron una resistencia inusitada que impidió que el mismo avanzara.

Hace unos días, el periodista Nicolás Wiñazki publicó una columna en Clarín en la que denuncia una serie de posibles intimidaciones del ex gobierno kirchnerista hacia políticos opositores. Una de ellas le habría sido informada a la propia víctima, Maria Eugenia Vidal, por su cartero: "Tenés que saberlo. Durante meses hubo gente que me paraba acá cerca (SIC) y me obligaba (SIC) a mostrarles las cartas que llevaban tu nombre: te leyeron todo”. La gobernadora de la provincia de Buenos Aires no supo quiénes estaban detrás del hecho pero, según el periodista, "intuye que en esta trama estuvieron involucrados los más poderosos funcionarios del Estado K, reconstruyó Clarín en base a fuentes oficiales."

No nos queda claro qué reconstruyó Clarín, pero imaginamos a "los más poderosos funcionarios K"esperando al cartero en la esquina, con una pava para despegar los sobres con vapor y una lata de engrudo para volverlos a pegar, y sentimos escalofríos. Gracias a esa hábil aunque deleznable maniobra, esos poderosos funcionarios pudieron averiguar que Vidal recibía la revista de Cablevisión, las facturas de luz y gas, promociones del ACA y los resúmenes del banco.

Lo más asombroso es que, de ser cierta la denuncia, significa que el cartero se autoinculpó del delito de apoderamiento ilegítimo de correspondencia, además de asociación ilícita. Temo que algún fiscal actúe de oficio.

En el futuro, algún investigador será víctima del asombro al conocer, a través de la lectura de nuestra prensa seria, que el gobierno kirchnerista tenía un sistema de espionaje centralizado y de una sofisticación digna de la CIA, que consolidaba datos de la tarjeta SUBE, de los bancos, de la AFIP, de la Policía Federal e incluso que rastreaba los mails de la ciudadanía; pero que, a la vez, inspirado por el Graham Greene de “Nuestro hombre en La Habana”, persistía en leer cartas que ya nadie escribía.

El periodismo de guerra que menciona Julio Blanck no es una decisión individual, ni siquiera es un estilo de hacer periodismo, sino una estrategia empresarial. Si el gobierno de CFK hubiese acordado con el Grupo Clarín, como lo hicieron todos sus predecesores, es posible que sólo encontráramos estas operaciones perezosas en portales de supuestos espías retirados.

De lo que no cabe duda alguna es que la primera víctima del periodismo de guerra es el lector.


Foto: periodista independiente investigando la guerra bacteriológica a punto de ser lanzada por CFK (gentileza Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).


 

Rentista viene de renta



Columna publicada en Nueva Ciudad

“Un gallo aplaudía desde la ramada la cercana aurora. Dos o tres peones ensillaban caballos. Cerca del suyo, enjaezado ya, el patrón tomaba un mate que acababa de traerle, sumisa, la hija del capataz con la cual había dormido”
Leopoldo Lugones / El payador / 1913 


Luego de 15 años de ausencia presidencial, la Exposición Rural de Palermo recibió a Mauricio Macri con un entusiasmo contagioso. El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Miguel Etchevehere, pidió un aplauso para los funcionarios presentes y dio un discurso plagado de buenas intenciones y anuncios de futuros promisorios. Llamó a “superar la palabra autoritaria a favor de la palabra del diálogo” y tras pedir “basta de grietas” exigió “desterrar para siempre el populismo, que es la negación del porvenir”. Tras defender el necesario respeto a las instituciones, explicó sin detectar contradicción alguna que "cuando el autoritarismo intentó privarnos de nuestros derechos, el campo supo salir a la calle”. Concluyó, previsiblemente, que “dónde el campo encuentre provecho, lo encontrará la Argentina”.

La habitual falacia transitiva de la SRA señala que los empresarios del campo son “el campo” y “el campo” es la Argentina. Por ende, cobrarles impuestos, por ejemplo, es ir en contra de los intereses de todos. Nada nuevo hay en ese viejo truco conceptual. Sarmiento escribió hace casi 140 años (pocos años después de la creación de la SRA): “Nuestros hacendados no quieren saber nada de derechos, de impuestos a la hacienda. Quieren que el gobierno, quieren que nosotros que no tenemos una vaca, contribuyamos a duplicarles o triplicarles su fortuna…”. Varias décadas más tarde, en una crítica al Estatuto del Peón establecido por Perón en 1944, que intentaba con descaro equiparar los derechos del trabajador rural con los del resto de los trabajadores, la SRA explicó que el trabajo en el campo establece una “camaradería de trato, que algunos pueden confundir con el que da el amo al esclavo, cuando en realidad se parece más bien al de un padre con sus hijos”. Tal vez esa sea la razón de la alta tasa de trabajo en negro en el campo (de aproximadamente 75%): no son relaciones laborales sino afectivas, por llamarlas de alguna manera, como la que señala la escalofriante cita de Lugones al inicio de esta columna. En la misma crítica al nuevo estatuto, la SRA explicaba que “en la fijación de los salarios es primordial determinar el estándar de vida del peón común. Son a veces tan limitadas sus necesidades materiales que un remanente trae destinos socialmente poco interesantes.” En otras palabras, si se le paga demasiado, esta gente se la gasta en vino o, como diría el notable senador Sanz, esa plata se va “por la canaleta del juego y la droga”.

“El campo es ejemplo de solidaridad, por eso gauchada viene de gaucho", explicó nuestro presidente durante la misma ceremonia. Lo más asombroso no es la mención a un personaje hoy imaginario como el gaucho, sino el hecho de trasladar sus supuestas virtudes a su patrón. Como si los accionistas de Techint estuvieran imbuídos de las virtudes del operario de un gran horno o la familia Blaquier, propietaria del ingenio Ledesma, compartiera las virtudes del trabajador de la zafra.

En realidad, los empresarios del campo pueden encontrar provecho y no por eso encontrarlo las mayorías. De eso trata la política, de repartir la renta, y es eso que genera exigencias de destierros perpetuos contra gobiernos considerados autoritarios por no responder a intereses particulares (en ese sentido debemos agradecer que ya no se exija hacerlos desaparecer).

Porque si gauchada viene de gaucho, rentista viene de renta.

Foto: un rentista enseña a sus empleados las ventajas del trabajo en equipo (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED)
 

Una orgía de derechos



Columna publicada en Nueva Ciudad.


El dirigente gremial Dante Camaño, de un oficialismo contagioso, opinó que el gobierno de Mauricio Macri afronta el desafío de “volver a generar una cultura del trabajo” para dejar atrás la etapa kirchnerista caracterizada por “una orgía de derechos” sin “obligaciones”. Entre otras declaraciones que harían sonrojar a Donald Trump, denunció el supuesto acceso irrestricto de extranjeros y de turistas que en realidad “vienen a estudiar, a operarse o a trabajar clandestinamente o algunos vienen a traer droga”. Es asombroso que un dirigente gastronómico denuncie a esos mismos turistas que los restaurantes en los que trabajan sus representados esperan con ansias para compensar la caída del consumo local, pero nada puede ser más asombroso que la noción de “orgía de derechos”.

Al parecer, el kirchnerismo amplió los derechos de forma exagerada y, aún peor, lo hizo “sin obligaciones”, un requisito extraño. ¿Con qué obligaciones tuvieron que compensar los empleados el derecho básico a poder sentarse (1907), trabajar sólo 8 horas diarias (1929) o contar con vacaciones pagas (1945)? Pero, además, ¿de qué forma esas otras “orgías de derechos” afectaron la “cultura del trabajo” que tanto parece atormentar a este dirigente gremial con preocupaciones de empresario? La Historia parece contradecir a Camaño: las mejoras orgiásticas de las condiciones de trabajo no sólo mejoraron la calidad de vida de los empleados sino que correspondieron a un aumento sostenido de su productividad y de la riqueza general.

En su programa de los domingos, Jorge Lanata explicó que “no podemos aceptar como normal que el Estado pague la luz y el gas”. Más allá de la chicana de asimilar subsidio a pago total, lo extraño es que esa anormalidad fue norma durante una década y en otros países lo es hace mucho tiempo más. Al parecer, podemos subsidiar a los ricos -eliminando retenciones, reduciendo impuestos o no implementando otros, como el de la herencia- pero no está bien subsidiar a la clase media y a los pobres. Tal vez el próximo paso consista en explicarnos lo insostenible que resulta la escuela o la salud gratuitas o incluso la gratuidad de las plazas, pagadas como todos sabemos por el contribuyente y no por el usuario.

En una columna en Clarín, el economista Luis Rappoport, escribió que “la pretensión sindical de recuperar el poder adquisitivo de los salarios es un peligro por la simple razón de que un país más pobre no puede sostener los mismos salarios de cuando era rico (…) La sociedad debe asumir esa realidad, de la misma manera como la sociedad inglesa -en tiempos mucho más dramáticos de 'sangre, sudor y lágrimas'- asumía que caerían bombas sobre Londres.” El economista no considera en el necesario esfuerzo a las ganancias empresariales y sostiene que está bien pagarle a los holdouts aunque seamos, según su propio análisis, un país pobre. En el “relato” de Rappoport (para retomar un término muy en boga), “la sociedad” no incluye a accionistas, rentistas o empresarios y la voluntad elemental de mantener el poder adquisitivo del salario- ni siquiera de aumentarlo- es una pretensión peligrosa. La sangre, el sudor y las lágrimas deberán ser aportados exclusivamente por los empleados.

Durante años, la crítica al kirchnerismo se centró en su esencia autoritaria- que nos llevaba hacia un país cada vez menos libre-, en el empobrecimiento creciente de las mayorías y en los indignantes“subsidios a los ricos”. Hoy nos enteramos que ese modelo liberticida fue en realidad una “orgía de derechos”, que el país empobrecido por las políticas populistas tenía al parecer salarios demasiado altos como para poder mantenerlos y que los subsidios a los ricos no eran más que inaceptables subsidios a la clase media y a los pobres.

Pero, en todo caso, debemos agradecer que, igual que González Fraga, la vicepresidenta Michetti o el propio presidente Macri, la opinión oficialista deje de lado el slang generoso en globos, banalidades y buenas intenciones del PRO y prefiera la honestidad brutal del discurso conservador: la "orgía de derechos" debía terminar.

Foto: trabajadores parisinos disfrutan de la terrible orgía de derechos del Estado francés de los años 50, con escandalosos subsidios a los transportes, al gas, al agua, a la electricidad, a las vacaciones e incluso a la clásica baguette. Así les fue (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).