Este blog se ha transformado en una repetidora de los programas de Gerardo Fernández. Lo que allí decimos o sugerimos, lo escribimos luego en el blog para aquellos que consideran que tenemos mejor letra que voz.
En el último programa de nuestra ya tradicional columna de los martes (o quizas era el primer programa) utilizamos la MAK-analogía "Argentina S.A." para reflexionar sobre el abusivo costo de la operación "Rescatando al soldado Máximo".
Aunque nos queda claro que un país no es una empresa, la analogía entre nuestro país y una gran corporación que llamamos "Argentina S.A." nos permite comparar el comportamiento que se nos presenta como legitimo para los ciudadanos hacia sus representantes, tan diferente del comportamiento legitimado para los accionistas hacia los suyos. Y esbozar una explicación sobre el porqué de esta diferencia.
La Argentina S.A. es una enorme empresa que factura hoy 500.000 millones de dólares. Es un poco mas que lo que factura Exxon Mobil y mas de tres veces lo que factura Apple, las dos empresas mas grandes del mundo.
El accionariado de Argentina S.A., todos nosotros, tiene algunas particularidades: Cada uno tiene una acción y una sola, la recibimos gratuitamente al nacer y no la podemos vender. Durante nuestras vidas como argentinos (aún la de los hijos de extranjeros) lucraremos solo con su tenencia.
Además, la mayoría de nosotros, somos empleados de esta empresa y consumidores de sus productos. Nuestro voto como accionistas dependerá de nuestra satisfacción en todos los roles en los que la empresa nos afecta.
Esta multiplicidad de intereses ocurre en cualquier gran empresa. Y los accionistas votan según la totalidad de sus intereses, no exclusivamente como accionistas.
Que cosas saltan a la vista cuando miramos, bajo esta analogía, las actitudes legitimadas o promocionadas como probas para los ciudadanos?
A)
La búsqueda de la excelencia en nuestros representantes, se logra pagando poco.
Lo mas llamativo es que le pagamos monedas a nuestro Presidente (CEO en sus siglas en ingles) y al resto de su equipo gerencial.
Para el manejo de una empresa tan grande y compleja, antes de analizar quien es, circunstancialmente el elegido, ofrecemos para el puesto una paga que no tiene ninguna relación con el ofrecido por cualquier otra empresa. Aún así existen voces que lo critican por abusivo, planteando relacionarlo al salario de un peón rural o de dos maestros. Como si los accionistas de Exxon le ofrecieran el sueldo de un responsable de estación de servicio en el Kurdisthan.
Porqué el discurso instalado pretende que los ciudadanos seamos mucho mas vivos que los accionistas de Exxon, quienes aceptan pagar a su CEO 7 Millones de dólares por año? Esos accionistas, además de exigirles fidelidad, compromiso y ponerse la camiseta de Exxon, forran a sus representantes con obscenos sumas de dinero en sueldos, prebendas, premios, autos, comodidades, facilidades y asistencias personales casi ilimitadas.
No será que entienden que lo importante con un representante en quien recaen tamañas responsabilidades es el valor de sus decisiones, no el costo de sus gastos? No será que saben que para que ellos progresen su Gerente General debe ser exitoso, no barato.
Porqué accionistas mezquinos que no tienen ningún afecto por el CEO ni su familia, aceptan poner a su disposición un chofer que lo pasé a buscar por la casa (siendo que, según Gil Lavedra, el trayecto de la casa al trabajo no es parte de su trabajo, por ende de su función), aceptan pagarle secretarias que no dudan en asistirlo en reservarle un restaurante para una cena intima con su esposa, que le preparan todos los detalles de un viaje familiar o le elijen un regalo para su amante? Creerán que eso es parte de su trabajo? Los estafará el funcionario? Son bobos en el arte de obtener el mayor valor de sus representantes?
O porque saben que si el CEO hiciera todas esas cosas por sí mismo, como cualquier empleado, ocupándose de sus reservaciones, buscando durante 20 minutos donde estacionar el auto o yendo en Subte a trabajar, al ahorro de un par de sueldos en choferes y secretarias le deberían restar los trillones perdidos por ese tiempo de alta dirección distraído en otra cosa?
Si por ellos fuera, intentarían por todos los medios que el CEO solo se ocupe de la empresa, incluso pagarían por un galán que lo reemplace en la cena intima con su mujer y un padre sustituto para las vacaciones familiares. No solo aceptan pagar por la asistencia de asuntos personales, matarían al tarado que por ahorrarles unas monedas obligara al CEO a ocuparse de cualquier otra cosa o a viajar en clase turista y llegar a una negociación multimillonaria deshecho por el cansancio.
No es que a los accionistas no les suene bien la fabula de la austeridad Cuákera y del sacrificio. Es que su ambición por ver progresar su compañía es mas importante que su deseo de someter a su empleado al rigor de una fábula. En su larga experiencia han descubierto cierta relación, no despreciable, entre recursos económicos dedicados al su equipo de administración y el éxito económico para si mismos.
Porqué nuestro presidente no gana mucho mas que el CEO de Exxon o el doble del de Telefónica o Repsol (que hoy incluso está bajo la orbita de nuestro presidente también)? Siendo que es un trabajo mas exigente, insalubre, tiene mas responsabilidades que un CEO de una empresa de tamaño equivalente.
Porqué un ministro de obras y servicios públicos de la Argentina, que tiene bajo su influencia varias veces la responsabilidad de un alto directivo de Techint, que debe enfrentarse a tentaciones y tensiones enormes, que debe padecer el escarnio publico de todos los grupos económicos que han sido victimas de sus negociaciones defendiendo el bien común, no debería ganar varias veces lo que gana un responsable de Techint de igual jerarquía (si lo hubiese, claro).
B)
Para velar por los resultados de largo plazo, focalicemos en los gastos ínfimos de corto.
Además de los sueldos sorprendentemente chicos, a los ciudadanos nos estimulan la obsesión por los abusos de gastos personales.
En las asambleas de accionistas nadie pregunta si los sándwiches del directorio son de jamón crudo o de salchichón, o si las sillas ergonómicas no podrían haber sido banquetas de madera de pino. En cambio sí preguntan acerca del valor de la acción, si subió o bajó, si subieron las utilidades, como van las ventas.
Solo se habla de gastos cuando quieren echar al CEO por sus resultados decepcionantes. Nadie plantea echar a un CEO gastador que hace subir el valor de la acción o las utilidades de la empresa. Nadie ni siquiera pregunta por los gastos en ese caso.
En cambio los ciudadanos que queremos preguntar, focalizamos nuestras preguntas sobre gastos y sobre nuestras sospechas en el abuso de ellos. Preguntamos si no debería viajar en turista, si cuando se encuentran con un funcionario extranjero no podrían cenar en un restaurante algo mas económico, pedir otro vino, ir con un solo ministro y no con dos, si el hotel es demasiado caro o si el café en lugar de ser el Nespresso, que tanto promocionan con la imagen de
Ricardo Rouvier (con algun retoque menor de La Maga), no debería ser Café Tarzan, el café de los gorilas.
De tanto escucharnos preguntar por el sándwich de mortadela, De La Rua hizo campaña con su decisión de vender el Tango 01 y viajar en vuelos de línea. No fue vapuleado por no haber logrado ni siquiera eso, sino justamente por no haber tomado las decisiones políticas correctas para mejorar los resultados de esta enorme empresa que es La Argentina. Quizás distraído en su intento de bajar los gastos que parecían preocuparnos por encima de los logros.
Porqué nos siguen empujando a mirar los costos y los viáticos, lo que nos distrae de mirar los resultados?
C)
Para obtener resultados de nuestros representantes, hay que negarles la autoría.
Otra diferencia es la des-jerarquización del rol de la máxima dirección en cualquier resultado positivo del país.
En una empresa, nadie pregunta quien es el gerente de ventas o el tesorero. Porque los éxitos serán responsabilidad del Ejecutivo máximo que los eligió y será revalidado o reemplazado en su puesto por ellos.
Ninguno analiza el viento de cola. Si el éxito viene por viento de cola, por puro culo, por un dialogo intimo con dios o por talento, no les importa a los accionistas. Revalidaran en el cargo a quien tenga suerte, sin chistar.
Tampoco les interesa las intensiones intimas del CEO. Es raro escuchar una acusación del tipo "Es tremendamente exitoso en el cumplimiento de nuestros objetivos, pero solo lo hace por ganar su premio, no le importa nuestro futuro". Porque, a menos que la empresa sea una ONG de puritanos, nadie reaccionaria ante esa acusación.
Los deseos íntimos no descalifican mucho a un CEO exitoso en una asamblea de accionistas.
Tampoco califica la moral de los actores. Si el CEO gasta su propio dinero en timba y alcohol o lo dona a fundaciones sin fines de lucro, a nadie le importa. Es parte del marketing del CEO, pero nadie objeta a Larry Ellison de Oracle por manejar aviones caros y aterrizarlos de noche en aeropuertos cerrados, cosa que esta prohibida pero, como a él le gusta jactarse, paga la multa y chau. Sí en cambio lo sepultarían si el negocio fuese mal y, probablemente, usaran el argumento de su temeridad en el manejo de aviones si algún día deciden castigarlo.
Como todos los humanos, los accionistas también envuelven sus decisiones por interés en banderas morales.
Quien gana con todo esto?
Los defensores de la plutocracia no solo se han ocupado de despertar cuarteles durante el siglo XX, han sembrado conceptos y herramientas de análisis que hacen nuestro recuperación de terreno en la toma de la decisión mas lento. Nos dejaron una lista de jerarquías que actúan como cepos en nuestras conductas.
Como la patronal que haya logrado instalar en sus obreros el rechazo al reclamo gremial o la sobre valorización de los beneficios de una buena relación, sin reclamos ni juicios groseros contra la propia patronal.
Este kit de herramientas y su perseverancia por utilizarlas, instaladas en el cerebro del otro-antagonista es quizás un éxito aún mas rentable que la represión policial a una huelga. Porque la auto represión no genera mayores costos, ni actos traumáticos.
La idea que a nuestros representantes les tenemos que pagar monedas, controlarles los mas mínimos gastos, vigilarles la caja chica antes que el cuadro de resultados, retarlos si hacen cualquier gesto contrario a la austeridad jacobina, imponerles vivir como un minero salteño, viajar como un pobre jubilado, hacerse sus propios mates, lavar su escritorio, viajar en transporte público y aún así negarles la autoría de cualquier resultado positivo, es una de las ventajas competitivas mas valiosas que ha logrado la plutocracia, en la Argentina y en general en el mundo.
Mientras ellos contratan a sus representantes, que negociaran a brazo partido con los nuestros y serán controlados por ellos, por millones de dólares, les brindan un equipo de asistentes todo terreno, gastos con poco limite, facilidades, premios estímulos, los aplauden ante cada resultado positivo etc...
Porqué nos sorprende que la lucha sea tan desigual? Porqué nos sorprende que las empresas avancen tanto fácil sobre el espacio de la política?
La plutocracia nos ha instalado el valor sagrado del amateurismo pero sale a jugar el campeonato con equipos profesionales, jugadores comprados en el mundo, con fuertes premios al goleador y al equipo ganador. Por desgracia, la vida de nuestros hijos depende del resultado de este campeonato.
(*) Esta fotografía, sacada por la MAK en una reunión de directorio de Aerolíneas Argentinas, antes que los pibes de la Campora y nuestro fotógrafo se los devorasen, forma parte del pedido de renuncia a la presidente y a todo su gabinete.
Como dijo el Gral. Susvin, con lo que vale un canapé de esos, podrían encargar empanadas frozen para toda la tripulación y sus pasajeros.