La Presidenta come cerezas de oro. Ya agotamos con la realidad y nos tiramos con Las mil y una noches.
El Informe de la Semana (El Rolex y el Túnel)
La Presidenta come cerezas de oro. Ya agotamos con la realidad y nos tiramos con Las mil y una noches.
Antes de sitiar Constantinopla, Atila no se habría
sacado tampoco su Rolex President. Verdades que molestan al Relato.
Empieza el año pero termina otra
semana atípica durante la cual Majul no escribió un nuevo libro sobre los
Kirchner, Lozano no nos explicó como lo haría mejor y el dúo cómico Romero
& Gargarella no descubrió un nuevo pueblo autodeterminable.
Como medí las marquitas con un cacho
de hilo sisal, no pude homologar la
Próxima Gran Cena de la MAK el miércoles 6 de febrero
Para recibir este nuevo año generoso en Indignaciones de Peluquería y candidaturas notables (desde el estadista cuyano hasta el cantinero de la Fragata), nuestro Maestro de Luz Elbosnio, el Sri Sri Ravi Shankar del kirchnerismo de salón, pidió a la Comisión de Guateques, Agasajos y Procesiones (la CoGuAPro, por sus siglas en inglés) que organice la próxima Gran Cena de la MAK el miércoles 6 de febrero, en honor a Santa Renula de Tongres, abadesa cuya vida austerísima iluminó la suya.
El precio del menú Platinum Plus Especial (que padece el injusto desprecio de nuestra gourmet Bibiloni) sigue incluyendo milanesa, pollo, bife o algo así, más bebida, y se mantiene a $85, lo que prueba que el kirchnerismo siempre subsidia a los más ricos, como le comentó Vilma Ripoll a un preocupadísimo Goyo Pérez Companc, mientras visitaban el stand de TodoAgro en la Rural.
La Herencia Liviana
Los ultrakirchneristas discutimos interminablemente sobre la herencia, la recibida por el gobierno de Néstor y la que entregará CFK. Si es buena, es mala, si será duradera, etc. La herencia es algo que nos importa porque es aquello que recibirá el próximo, algo que recibirá de regalo sin haber hecho nada por ello.
Pero hay una herencia de la que hablamos poco. Esa herencia que miles de nuestros conciudadanos extremadamente afortunados reciben, generación tras generación, libre de impuestos:
"La liviana herencia".
Qué mejor momento para hablar de regalos que la Navidad? Es en la Navidad en que uno espera recibir los regalos increíbles con los que soñó o, al menos, evitar que otro reciba uno mejor. Qué mejor
Pero hay una herencia de la que hablamos poco. Esa herencia que miles de nuestros conciudadanos extremadamente afortunados reciben, generación tras generación, libre de impuestos:
"La liviana herencia".
Qué mejor momento para hablar de regalos que la Navidad? Es en la Navidad en que uno espera recibir los regalos increíbles con los que soñó o, al menos, evitar que otro reciba uno mejor. Qué mejor
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