"Los políticos de la transición española, que habían hecho ellos mismos la guerra en cualquiera de los dos bandos, buscaron el consenso y la concordia."
Esperanza Aguirre, referente del Partido Popular español (noviembre 2015)
Hace unos días, Luis Majul comparó a Mauricio Macri con Nelson Mandela. La comparación pareciera indicar, además del entusiasmo desbordante de este periodista independiente, que la Argentina kirchnerista tendría alguna relación con la Sudáfrica del apartheid y Macri, con el líder que logró unificar al país.
La elección de Mandela no es casual. A través de los años su ejemplo se ha convertido en un lugar común del pensamiento conservador. No importa que haya sido perseguido por comunista o haya apoyado la lucha armada, lo que lo define es el perdón que le otorgó a sus captores apenas salió de la cárcel, luego de pasar 27 años encerrado. La decisión de Mandela de lanzar una Comisión para la verdad y la reconciliación fue la piedra basal de la transición sudafricana. Los autores de crímenes relacionados al apartheid pudieron confesar su culpabilidad y entregar información a cambio de impunidad.
La transición sudafricana no es el único ejemplo que suele ser saludado por el pensamiento conservador. Chile y España son otros casos al parecer virtuosos.
La continuidad entre el gobierno del dictador Augusto Pinochet y el de Patricio Aylwin, el primer presidente del período democrático, se realizó en los términos y bajo la Constitución ideada por el dictador. Aylwin lanzó la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación que acumuló información sobre desapariciones y asesinatos. Al presentar el informe el presidente pidió perdón a los familiares de las víctimas. No hubo juicios ni investigaciones criminales.
Sobre la transición española que tanto elogia Esperanza Aguirre escribí en esta misma columna hace un tiempo: “Lo que Felipe González no suele mencionar es que el Pacto de la Moncloa no hubiera existido sin la ley de amnistía previa.”
En Argentina, al contrario, elegimos juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura. Los contextos, como dicen los politólogos, eran por supuesto diferentes pero Raúl Alfonsín tomó una decisión que Ítalo Luder, su contrincante, probablemente no hubiera tomado (de hecho, a Luder le parecía incluso difícil anular la asombrosa autoamnistía promulgada por el gobierno militar para perdonarse hechos que nunca reconoció).
El resultado fue una transición menos ordenada, carente del consenso y la concordia de las transiciones española y chilena o el noble perdón de la sudafricana. La decisión de Alfonsín generó, al contrario, una enorme confrontación y los avances no fueron lineales, hubo que volver a empezar varias veces. Pero hoy, salvo el antediluviano editorialista de La Nación, ya nadie pone en duda que el camino de la investigación judicial fue una decisión virtuosa.
Uno de los conceptos más hábiles que logró imponer la campaña de Cambiemos fue que la confrontación es una forma de gobierno, no el resultado de acciones de gobierno. Los ejemplos de las transiciones nos demuestran que la confrontación en política no depende de formas rudas o estilos sedosos sino de decisiones políticas.
Por supuesto, no todas las decisiones de un gobierno tienen la trascendencia de una transición, pero todas, o al menos las más relevantes, confrontan con algún sector de la sociedad. Diría que el juego de la democracia es “elige tu propia confrontación”.
Como escribe el amigo Contradicto: “La novedad es que ahora, por primera vez, la derecha llega por derecho propio, sin deudas ni tributos pendientes a la política tradicional. Veremos en acción a la tecnocracia vernácula, tomando medidas sin tener que pedirle permiso a ningún “líder popular”. Siendo una pésima noticia para la mayoría de nuestro pueblo, los trabajadores y las clases populares, es una excelente noticia para nuestra democracia. En síntesis, estaremos entregando bienestar, trabajo, futuro e igualdad de oportunidades, a cambio de una pax política inédita.”
La tentación de salir de la trinchera, de terminar con la confrontación, es legítima aunque no esté exenta de costos. En los próximos meses empezaremos a vislumbrar los que pagaremos por esta paz inédita.
Foto: Un explorador al servicio del rey de Bélgica enseña las bondades de la no confrontación a un joven nativo del Congo (cortesía Fundación LED para el Desarrollo de la Fundación LED).
Eso de que nadie duda que hayamos hecho lo mejor mo es cierto. Hicimos lo que salió.
ResponderEliminarAlfonsín metió presos a los jefes, pero promulgó las leyes de obediencia debida y punto final. Una suerte de término medio.
No sabemos que hubiese pasado si no se hubiesen dictado los indultos, que en cierta medida llevaron todo hacia el comienzo nuevamente.
Luego viene la llegada al poder de uno de aquellos bandos de los 70 y su sed de venganza. ¿Fue lo mejor? No podría asegurarlo.
Juzgar lo que se hizo mal es correcto, pero juzgaron solamente a una parte.
En este análisis dejo de lado el tema de la apropiación de bebés. Eso fue decididamente una bestialidad generando un problema de dimensiones descomunales sin solución. Creo que ese aspecto es el que más consenso logra en la sociedad.
A medida que pasa el tiempo, se van muriendo los protagonistas de esa etapa negra. Esa guerra injusta que sufrimos los que no teníamos nada que ver ni con unos ni con otros ira quedando solamente en los libros.
La sociedad, se haya hecho lo correcto o no, mayoritariamente quiere dejar atrás eso (no quiere decir olvidar).
El tema de la confrontación es consecuencia, como usted dice. La crítica no es hacia la confrontación como consecuencia. La crítica al kirchnerismo es hacia la búsqueda intencional de confrontación que hizo el kirchnerismo. Si yo le digo que tatincito es un pelotudo, estoy buscando confrontación. Seguramente la encontraré.
Amigo Apolinario
ResponderEliminarSin duda se hizo lo que se pudo, pero Alfonsín llevó ese "hacer" a límites que la mayoría no exigía. Creo que incluso quienes estábamos preocupados por el tema de los DDHH nos hubiéramos conformado con mucho menos (como por ejemplo una bicameral que lance un juicio político a las cuatro Juntas como pedían algunas asociaciones).
El poder político se fue quedando sin fuerza y eso dio lugar a Obediencia Debida, Punto Final y los indultos de Menem, pero de cualquier modo agradezco que Alfonsín haya lanzado los Juicios. Fue un antecedente fundamental.
No comparto en absoluto su comentario sobre la "sed de venganza". Ni el gobierno ni las organizaciones de DDHH, ni siquiera la más combativa Hebe, pidieron nunca venganza. Nadie pidió secuestrar hijos o nietos de sospechosos o condenados, nadie buscó matarlos ni secuestrarlos o quedarse con su patrimonio, ni aún en los momentos más duros, después de los indultos. Al contrario, los reclamos siempre fueron "pro sistema", se pedía que la investigación judicial continuara.
Es un detalle que tiene su importancia.
Por último usted opina que el kirchnerismo busca intencionalmente la confrontación. Es una discusión que no tiene fin, por eso creo que lo relevante es saber si las leyes e iniciativas que dejan son buenas para las mayorías o no, independientemente de sus intenciones, satánicas o angelicales.
Victoria Ocampo, defensora apasionada del voto femenino, se opuso a su implementación por Perón ya que sus intenciones eran, según ella, perversas. El aguinaldo y las vacaciones pagas generaron confrontación y muchos sostuvieron que la misma no era el resultado de la las propias iniciativas sino de la forma en la que se habían implementado y el objetivo final de enfrentar a la clase obrera con los empresarios que hasta ese momento, según la candorosa visión de La Prensa, habían vivido en paz (para los columnistas de La Prensa los fusilamientos de la Semana Trágica deben haber ocurrido en otro país).
Por eso, insisto, dejaría de lado las intenciones y objetivos de los gobiernos para centrarme en sus realizaciones.
Saludos cordiales,
¡¡¡Epa!!! Apolinario. ¡Que boquita, che!
ResponderEliminarParece que puse el dedo en la llaga. Esa siempre fué mi intención, créame.
La República del consenso está acá.
ResponderEliminarhttp://www.lanacion.com.ar/1855816-garavano-vamos-a-sacar-muchas-medidas-por-decreto
Saludos
Alejandro
ResponderEliminarSi el entusiasmo de Majul hacia el nuevo Jefe viril que no se dejará amedrentar por instituciones o reglas no fue lo suficientemente claro, nuestro ministro de Justicia nos explica que ha habido una sanción insana de leyes inconsultas y que la solución es una buena lluvia de DNU. Nuestras almas de cristal pueden indignarse sin esperar más:
desde ahora, al parecer Macri no era Thomas Jefferson.
No me indigno, Rinconete. Pero imagino que la indignación de gente como Apolinario debe estar sobrepasando sus límites históricos en este momento, al ver que el nuevo presidente hace cosas que ni se le ocurrieron en sueños de fantasía a la dictadura anterior.
ResponderEliminarCreo que si aun no ha escrito nada para mostrar su repudio sin límites a este comportamiento antirrepublicano (nunca en toda la historia de la República un gobierno democrático había nombrado Jueces de la CS por decreto), es sólo porque el enojo y la indignación no le permiten reaccionar.
Si no, tendría que suponer que su odio anterior al final no tenía nada que ver con los modos dictatoriales del kirchnerismo. Pero eso es imposible, porque sabemos que la República es uno de los principales valores del entusiasta comentarista.
Repito, entonces: no me indigno; sólo le presento la República a otros, para que vean qué poco se parece a lo que nos venían diciendo.
Comparto plenamente la definición y resumen de Rinco:
ResponderEliminar"Uno de los conceptos más hábiles que logró imponer la campaña de Cambiemos fue que la confrontación es una forma de gobierno, no el resultado de acciones de gobierno. Los ejemplos de las transiciones nos demuestran que la confrontación en política no depende de formas rudas o estilos sedosos sino de decisiones políticas".
Pero creo es justo acotar, que la confusión de los apolinarios puede nacer en que -la chica que nos gusta- además tiene un estilo "personal" confrontativo en sus relaciones personales. Algo que "según dicen" la diferencia Néstor y no positivamente.
Para pensar...
Como casi siempre un aporte interesante en el post y luego en los comments. Me apena, de todas maneras, permitanme ese absolutismo, que el FPV haya notado un poquitito tarde que el tema de la confrontacion es urticante para algunas franjas del electorado, que a la sazon hoy te dicen livianamente "yo estaba de acuerdo con las politicas del kirchnerismo en general, pero son un poco autoritos", otra magna "distraccion", como la primera.
ResponderEliminarApolinario, "Esa guerra injusta que sufrimos los que no teníamos nada que ver ni con unos ni con otros" no es una buena frase.
ResponderEliminarEs como un canto al "no te metas" en formato los dos demonios.
"La guerra entre nazis y judios tuvo victimas entre quienes no eramos partidarios ni de un bando ni del otro".
"El juego perverso entre un violador, que por supuesto no apruebo, y una adolescente que con ropa llamativa que lo provoca, nos trajo malestares a muchos que no eramos parte de uno ni de otro".
La humanidad tiene miles de estas frases en las que se presentan como extremos una aberración y la posición que el autor desea descalificar. No es un defensor de la aberración (la está el mismo colocando en un extremo reprochable) ni ataca la segunda posición, solo la pone en igualdad con la aberración creando una tercer posición virtuosa que mira las dos a igual distancia.
Otra mención interesante es la horrorización del robo de bebes para quien parece naturalizar el robo de la vida, el secuestro, la tortura. Porqué los bebés despiertan eso especial? Quizas porqué un bebé no ha hecho nada que lo haga merecedor del castigo que los otros se ganaron?
Es interesante que personas que nunca aceptarían una defensa de la coima diciendo que "los empresarios coimeados igual son tipos que tienen guita negra, que coimean, son corruptos", enarbolan la defensa del asesinato y la tortura con la idea que las organizaciones politicas de la epoca realizaban tambien acciones armadas. Acciones armadas justican acciones armadas, sin importar la dimensión, la crueldad, la situacion y, sobre todo, sin importar si quien la padece tomó alguna vez un arma o fue miembro de una organización armada.
Una sucesion de prejuicios que concluye en igualarlos a todos. Al torturador de la ESMA con el pibe que gritaba "violentamente" consignas politicas en un aula de la facultad o con el sindicalista que reclamaba irresponsablemente mejoras salariales. Y aparece “la gente” que no era ni de una banda criminal ni de la otra, que padeció los efectos colaterales de la carnicería en la que una de las bandas violaba a la otra.
Off topic. Pero las expresiones aberrantes, ensucian nuestras costumbres.
Aclaracion no menor:
Refuto las frases de Apolinario, lo que no quiere decir que crean son las ideas de Apolinario. En un texto, las frases que buscan expresar las ideas del autor son las referidas al tema central. Los conceptos laterales no siempre las reflejan sino solo son herramientas que dan contexto.
Yo las refuto en sí, aisladas del autor.
Con el autor discuto sus ideas en el plano central del post.
El pincha: La confrontación es urticante para mucha gente. Creo que eso el FPV lo sabía.
ResponderEliminarEl problema es que muchas de las medidas que esa gente valora generan confrontación.
A la inversa, las medidas que reducen la confrontación tienen consecuencias que esa gente probablemente rechace. Eso es lo que creo veremos con este gobierno que comienza.
Alejandro
ResponderEliminarMe refería exactamente a eso: a las almas de cristal que denunciaban modos rudos y hoy nos explican con tono canchero que lo esencial son los resultados.
El pincha
Es un tema complicado, en rigor de verdad a nadie le gusta la confrontación pero todos apoyamos esas iniciativas que la generaron en su momento, desde el sufragio universal que los radicales consiguieron a los tiros hasta, por ejemplo, el fin de las AFJP que hoy ya nadie pide reinstaurar, ni siquiera quienes denunciaron con ahínco su eliminación.
Es interesante, en ese sentido, ver lo que hace el nuevo gobierno. Avanza con su agenda dejando de lado los buenos modales republicanos sin que sus socios radicales o los analistas políticos que tanto denunciaron las formas rudas del kirchnerismo se indignen. Por supuesto hay excepciones, un Alconada Mon, un Gil Lavedra, pero no hay manifestaciones indignadas ni pedidos por un mayor respeto a las instituciones y a la separación entre poderes.
Los beneficiarios de la eliminación de retenciones, por ejemplo, no exigen que pase por el Congreso o que el gobierno tome más tiempo para llevar a cabo ese cambio mayor. Saludan, al contrario la eficacia de Macri.
Es por eso que creo que las críticas a un gobierno por lo general son por sus políticas, no por sus modos. Mis amigos antiK que tanto denunciaban el centralismo de CFK, elogiaban el de Menem por asegurar la gobernabilidad y hoy se entusiasman con el de Macri por las mismas razones.
Saludos cordiales,
Tatincito, me equivoqué en el tiempo verbal. Debí poner "si dijera".
ResponderEliminarRinconete, mucho monto en el gobierno aprovechó para vengarse. No vi a ninugno decir que había que buscar a los que mataron a Rucci, o a la hija de Lambruschini.
Bosnio, usted parece decir que quienes asesinaron en nombre de sus ideales se comparan con una niña violada, como si fuesen víctimas. El ejemplo de los nazis tampoco se asemeja a lo que dije. No naturalizo los asesinatos, de ningún lado. Usted parece que solo ve asesinatos en un solo lado.
Apolinario, ¿quiénes son los "montoneros" del gobierno? Las organizaciones armadas no fueron solamente "montoneros". Ni siquiera CFK ni NK pertenecieron a "montoneros". ¿Cuál es la enorme mayoría de "montoneros" que conforman el gobierno? Seguro que hay alguno, pero no creo que los funcionarios "montoneros" sean mayoría ni que en su mayoría busquen "vengarse".
ResponderEliminarLos montoneros de los que habla deben ser Todesca y Pato Bullrich.
ResponderEliminarLos "muchos montoneros en el gobierno" es una frase exactamente igual a la de "678 ataca virulentamente a la oposición"
ResponderEliminarY mas que nada son iguales porque son indemostrables. A menos que algún biempensante se decida por fin a hacerlo.
el bosnio
ResponderEliminarsi, no tengo dudas respecto a tu comentario respecto a la confrontacion y a que el FPV ya lo sabe, siempre vi esa confrontacion como positiva, ese tipo de confrotacion, queda claro. No es acaso eso, la disputa, y su manera de explicitarse el motor de la historia?
Ahora por Decreto de Interviene un ente autárquico creado por Ley del Congreso. Honestamente, el silencio de los demócratas en este Blog me hace pensar que por ahí, sólo por ahí, la República no les importaba tanto como decían. De todos modos, sostengo mi apreciación de que debe ser la indignación extrema la que les impide criticar tanto atropello a la Ley; no es posible que tras tantos años de declarar que el problema del kirchnerismo (que no usó casi nunca el Decreto como forma de gobierno, aun cuando hubiera sido casi exigible) era su falta de respeto por las instituciones y su total desprecio del diálogo, no estén ahora pasmados ante el comportamiento dictatorial del nuevo gobierno.
ResponderEliminarSigo esperando. Ya saldrán de su pasmo y seguramente nos favorecerán con su repudio a los atentados a la democracia que se están cometiendo en masa desde el 10 de diciembre.
Apolinario
ResponderEliminar"Rinconete, mucho monto en el gobierno aprovechó para vengarse", explica usted. No sé quién es monto en un gobierno cuyos presidentes nunca lo fueron, pero no sé en qué consistiría la venganza a la que se refiere. ¿Buscaron asesinar o picanear a los sospechosos de crímenes de Estado? ¿Secuestraron a sus bebes? No imagino otra venganza, a menos que una investigación criminal y una condena judicial lo sea.
Por último, hay una tenue diferencia entre crímenes y crímenes de Estado, pero eso no depende de los misteriosos montos que usted señala sino de la Justicia de nuestro país.
Saludos cordiales,
Apolinario: Sostener que quienes torturaron y asesinaron solo lo hicieron a personas que a su vez habian asesinado, como si simplemente hablasemos aqui de una ley del talion pero a gran escala, es lo mas parecido a una defensa que alguien, que carece de la honestidad de Vicente Massot, pueda realizar.
ResponderEliminarLos 30.000 muertos serían en realidad los asesinos de Rucci. Los miles de torturados habrían al menos asistido a los sicarios.
Cuidese que creyendo matizar lo que percibe como una pasion K por los 70’s va a terminar abrazado a la Pando.
Rodrigo: La adjetivacion “montonero” en algunos textos es como el “endrogados” que usa mi tia para descalificar a algo que percibe amenazador. Por lo general jovenes, morochos, bulliciosos.
Es asi que para alguien que no sabe qué es una droga, que nunca vió una en la vida real, ni sabe como luce un señor con coca o con anfetaminas en el organismo, “endrogado” le parece que es la unica explicación y explicación suficiente para cualquier persona que no goce de su confianza.
Es como un lunfardo para decir "personas que compartimos no son deseables", sin tener que explicar qué significa eso.
Bosnio, nuevamente dice que dije algo que no dije. Así es al pedo.
ResponderEliminarAlejandro, usted espera que a 14 días del nuevo gobierno ya empecemos a buscarle errores al gobierno, algo que los K jamás hicieron en 12 años. Como si esto fuese poco empezaron a culpar a Macri de problemas que causó... ANTES DE ASUMIR.
ResponderEliminarLa realidad es que dejaron un desastre. Mucha gente aún no se da cuenta de ese desastre, pero lo hará tarde o temprano.
Y cuando el pueblo vuelva a unirse, seguramente será despreciando a CFK, la peor presidente de la historia, lejos. Mucho peor que Menem.
Me alegró el día, Apolinario. No comprendía como podía. n existir tipos que votaran a Mauricio. Ahora entiendo.
ResponderEliminarSi Macri es tan republicano, ¿porque no cumple con la Ley?
ResponderEliminarPor ejemplo: Designar Jueces para la Corte Suprema enviando sus pliegos al Senado para su aprobación.
Destituir al "militante" Sabbatella a través de un juicio político, tal como establece la Ley de Medios, y no mediante un DNU.
Ni la "peor" presidenta de la historia se atrevió a tanto.
Buen provecho, Apolinario.