Ante este nuevo avasallamiento de las instituciones, las empresas con posición dominante demostraron tener esa capacidad de generar consensos que tanto le falta a la clase política. Dejando de lado algunos desacuerdos menores, Clarín puso a disposición de Techint su ya legendario Coro Estable.
Salvo Pino, amordazado por Lozano que salió a defender el decreto Chavisto-Buffetiano, el resto del Coro Estable demostró una vez más su enorme flexibilidad. Patricia Bullrich, junto al doctor Gil Lapiedra y otros estadistas, firmó un proyecto de ley para derogar el DNU que salvajemente, ¨a lo Pol Pot¨ según afirmaron varios analistas independientes, busca hacer coincidir el número de directores de la ANSES con la cantidad de acciones detenidas por la ANSES. Algo realmente insólito aún para las costumbres marxistas-leninistas del oficialismo.
Ricardito, un muchacho que alguna vez supo asustar a mi tía Chola con su socialdemocracia de salón, denunció que el Gobierno “coarta el libre juego de decisiones que deben tomarse en el marco del empresariado privado”. Tan contento quedó el candidato no vinculante del radicalismo con esa declaración en contra de los intereses del Estado que dice querer presidir, que la subió a su propia página web y se compró un traje nuevo.
¨Si ahora no me invitan a TN en lugar de la Giudici es que soy todavía más inútil que lo que la gente cree¨ le dijo a Fredi Storani, presidente de la Juventud Radical, mientras se probaba un saco gris.
¨Fredi Storani, presidente de la Juventud Radical¨.
ResponderEliminarEl recambio...
Esto es capitalismo. No sean nostalgicos de la URSS. Si quieren los puestos de los directorios, a recomprar las acciones mi viejo.
ResponderEliminarY el precio lo pone el mercado, segun la oferta y la demanda.
¿Ahora que nos aprendimos las respuestas nos quieren cambiar las preguntas?
¨¿Ahora que nos aprendimos las respuestas nos quieren cambiar las preguntas?¨
ResponderEliminarEs una gran idea!
Ayúdenme a recordar, cuando el equino ministro del último Gobierno radical obligó a las empresas privadas conocidas como AFJP, a destinar una importante parte de sus capitales a la compra de acciones de otras prestigiosas compañías como Clarín, Techint, etc. quintuplicado su cotización en algunos casos (o sea, un Gobierno obligando a un privado a que invierta en otro privado, escuchó tía Chola?) quiénes fueron los que gritaron “inseguridad jurídica!”, fueron los empresarios?, los periodistas?, fue Pat!o Bullrich que NO era Ministra de Trabajo de ese Gobierno?.
ResponderEliminarFinalmente Ricardito desestimó la compra del nuevo traje, parece que el maleducado vendedor de Modart no le tomó los australes que había encontrado en el bolsillo del traje de su padre (gracias Rinconete).
Sergio
ResponderEliminarNo puede haber inseguridad jurídica en una medida que favorece a Clarín o a Techint. Es una de las 3 o 4 cosas en las que estamos todos de acuerdo. Me sorprende que lo haya olvidado.
PS: Patio Bullrich, la ministra con Alzheimer, es para el Salón de la Fama.
Qué le pasa a Carlos Rodríguez...Se vendiò a la tiranía!!!
ResponderEliminarEs bien interesante ver la reaccion de los lectores , que simplemente se enojan con semejante cuadro del monetarismo porque dice cosas que no le gustan
http://lapoliticaonline.com/noticias/val/72863-7/carlos-rodriguez-del-cema-afirma-los-kirchner-pueden-no-gustar-pero-no-generan-panico-economico.html
Carlos Rodriguez es lo más genuinamente liberal dentro de la cofradía económica del antiestado argentino.
ResponderEliminarEn su momento criticó el plan Laura que su gobierno apoyaba (construcción de autopistas financiadas por un aumento de la nafta que las empresas percibían directamente) argumentando que eso era un impuesto y solo el Estado puede cobrarlo.
Comparte con algunos de sus colegas, como Pou, Fernández o Lopez Murphy, las mismas fobias antiestado pero a diferencia de Rodriguez ninguno de ellos podría sostener que: ¨El Estado no debe ser, como ya fue, un socio bobo en empresas de vivos que le toman la plata y no le dan los dividendos.¨
Quiero detenerme en un detalle del post, que me dejó perplejo por un rato. ¿Lozano defendiendo una medida oficial? Algo me olía mal en este asunto. Munido de un intencionómetro de los que suelen usar prestigiosos analistas políticos como el Dr. Nelson Castro, me dediqué a estudiar la extraña reacción del lugarteniente de Pino. Evidentemente, es una embestida y una advertencia al mejor estilo del Afrosecretario General de la CGT hacia el líder de PS: "Si bajás a la ciudad me paso al otro bando". El intencionómetro de fué a tres cuartos de escala. Grado de crispación: 7.
ResponderEliminar¿Qué me dice? ¿Eh? Sunescándalo...
General
ResponderEliminarMe pregunté lo mismo.
Y la respuesta me la dió la infinita sabiduría de elbosnio: Al parecer el sapo que Lozano se tragó al torpedear la 125 está vivo y sigue croando cada noche.
Otro sapo más no solo destruiría su metabolismo sino que pondría en peligro su vida conyugal.
Prefirió decir basta.